LAS REVELACIONES DE KUSHNER
El fracaso de la administración Trump en enfrentar la pandemia de coronavirus tiene sus raíces en que en lugar de verla como la terrible amenaza a la salud que realmente es, se dedicó a hacer cálculos políticos y experimentos de mercadeo con la vida de los estadounidenses.
Esto se sabe por las conversaciones que tuvo el yerno del presidente, Jared Kushner, con el periodista Bob Woodward, siguiendo la sugerencia del mismo Donald Trump. El resultado del diálogo, junto con otros reportes, dan una radiografía de uno de los fracasos más colosales en la historia de Estados Unidos.
Surge de la información dada por Kushner un plan incapaz de responder a la amenaza de la pandemia. A un peligro que demandaba acciones extraordinarias por su magnitud se lo enfrentó con una estrategia electoral para la reelección y una fe en que la magia del mercado libre lo solucionaría todo.
En abril, Kushner celebraba que Trump “había recuperado de los médicos” el control de la cuestión del coronavirus.
Fue cuando se registraba la mayor cantidad de muertos diarios. Pero para Kushner la victoria residía en que a partir de aquel momento el Presidente estaba a cargo de la operación, en vez de los médicos.
Por ese entonces, el mismo Kushner estaba a cargo de la respuesta al virus. El gobierno federal ya había decidido lavarse las manos y declaró que los estados debían competir entre ellos por los escasos recursos para enfrentar la pandemia. “El mercado lo solucionará”, fue la respuesta a la pregunta de empresarios que se reunieron con el yerno para diseñar una estrategia federal. Lamentablemente, encontraron que el único plan que la Casa Blanca tenía era dejar al país a merced del mercado global de cubrebocas y equipo de protección, entre muchos otros.
Empero lo más siniestro del plan, según lo relata Kushner con orgullo, fue que la Casa Blanca nunca procuró tomar medidas de control y seguridad. Impuso que las medidas impopulares las tomaran los gobernadores. Trump se posicionó únicamente en la carrera para reabrir el país. Para traer buenas noticias.
El problema para la campaña de reelección fue que el virus tuvo voluntad propia. No obedeció la estrategia republicana. Lejos de haber una disminución en la pandemia, ésta recrudeció desde entonces hasta hoy. Ya no es más una preocupación de los estados demócratas, ahora es de todo el país.
Sin embargo, la realidad nunca le impidió a Trump seguir sus planes. El Presidente es el profeta de la apertura. Repite falsamente que ya estamos de salida del virus. No importa que hace dos días haya habido más de 44,000 pacientes con coronavirus hospitalizados, el número más alto desde el 15 de agosto y un 40% más en octubre. Que reporten 74,000 nuevos y casi 1,000 muertes. Todo en una misma fecha.
El problema del coronavirus es la falta de criterio del presidente que lleva a 229,000 muertos. La preocupación a pocos días del voto es la falta de criterio de los votantes que le den a Trump la reelección.l