La verdadera batalla electoral está en nueve estados
32 millones de votantes latinos pueden definir hoy un ganador para la Casa Blanca
La mayoría de las encuestas otorgan una ventaja para el exvicepresidente Joe Biden sobre el presidente Donald Trump, pero no tan amplia como para adelantar una victoria este 3 de noviembre.
Los republicanos, en tanto, han enviado mensajes a sus seguidores que adelantan un “triunfo” que podría ser “no ser reconocido” por los demócratas, pero esa certeza tiene un mensaje contrario: incertidumbre.
Real Clear Politics apunta que Biden tiene ventaja entre los 4 y 7 puntos porcentuales, pero considerando el margen de error en sondeos, de entre el 2 y 3 por ciento, la distancia es más corta.
“Nadie sabe lo que va a pasar”, explica Laura Rodríguez, experta en políticas públicas y procesos electorales del Center for American Progress Action Fund. “La cuestión es qué hará Donald Trump: hace las cosas en forma responsable y dice que tenemos que esperar a que todos los votos se cuenten o va a ser irresponsable y a decirle a la gente: ‘Yo soy el que gané y si no me lo dan tienen que salir a las calles’”.
Apuntó que ese sería un escenario extremo que incluso los gobernadores tendrían previsto, adelantó Rodríguez, en referencia a discusiones que ella y sus colaboradores han tenido con representantes de varios estados.
“Muchos (gobernadores) están preparados para que haya paz en las calles”, indicó la experta, quien reconoció que el estado de Michigan es una entidad donde las irrupciones violentas podrían ser mayores, debido a su historial con el intento de secuestro de la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer, por lo cual el FBI detuvo a 13 personas.
Destacó que es una ventaja que haya casi 100 millones de votos adelantados, lo que podría reducir los momentos de tensión.
Según Elect Project, hasta el cierre de esta edición se habían recibido 97.6 millones de votos, de los cuales 35.4 fueron en persona y 62.1 por correo. Faltan casi 30 millones de boletas por ausencia que no se han recibido.
“Estamos viendo muchísimas más personas saliendo a votar. Hay estados que ya pasaron el número de votantes”, destacó. “Casi siempre cuando vemos números así, ese entusiasmo, es mejor para demócratas”.
La campaña del presidente Trump afirma que son los demócratas quienes buscan deslegitimar la contienda.
“Los agentes políticos de Biden ya han estado distribuyendo temas de conversación e investigación para deslegitimar los resultados del día de las elecciones”, afirmó Justin Clark, subdirector de campaña del mandatario. “La campaña de Biden también cometió el pecado político de no construir un juego terrestre o una operación de campo y ahora están pagando el precio con su incapacidad para atraer seguidores”.
El voto latino
Aunque una gran parte de votantes latinos se concentran en algunos estados demócratas, como California y Nueva York, hay entidades donde el sufragio de esa comunidad será determinante para elegir entre el presidente Donald y el exvicepresidente Biden, para despachar los siguientes cuatro años desde la Casa Blanca.
En Arizona, Carolina del Norte, Florida, Georgia, Michigan, Minnesota, Pensilvania,
Texas y Wisconsin, ha habido un incremento de votantes latinos que, de participar, podrían lograr que uno u otro candidato gane la entidad, según proyecciones del Pew Research Center.
Al sur del país, tanto Arizona, como Florida y Texas, concentran el mayor número de latino de los 32 millones votantes elegibles, pero en el resto de las entidades, debido a la contienda tan cerrada, unos cuantos miles de sufragios pueden marcar la diferencia para cualquier candidato, como ocurrió en 2016.
Eso ha obligado a las campañas a reforzar sus mensajes hacia esta comunidad, pero Rodríguez reconoce que es difícil medir todavía el impacto.
“Es difícil decir... Los latinos saben quién es Joe Biden… los latinos salieron muchísimo para [Barack]
Obama”, señala la experta. “Todo lo otro que está hablando Trump es puro miedo… más venezolanos, cubanos, deportados… eso sólo de inmigración”.
El Pew y encuestas nacionales de varios medios proyectan que el presidente Trump podría recibir 30% del voto latino, pero los republicanos confían en alcanzar el 40%. Una encuesta de IBD / TIPP estimó que el mandatario obtendría 47.9% de los sufragios de esa comunidad contra 49.9% para el exvicepresidente Biden.
El Colegio Electoral
La verdadera batalla electoral está en nueve estados, los llamados “estados morados”, que darían el triunfo a cualquiera de los candidatos, no el voto popular, sino el paso directo a la Casa Blanca.
“El que gane el voto latino,
gana la elección… Estamos mirando estados como Pensilvania… es un estado increíblemente importante para la elección que tiene que ganar Donald Trump si quiere ganar la elección”, consideró Gutiérrez. “Son lo que llamamos estados morados”.
Son 270 de los 538 votos del Colegio Electoral que requiere un candidato para ganar.
Las proyecciones varían, por ejemplo, CNN indica que Biden tienen ventaja en estados que le darían 290 votos electorales contra 163 del presidente Trump. Hay 85 votos en batalla.
Five Thirty Eigth Project apunta a que el demócrata lograría 349 votos contra 189 del republicano, pero The New York Times, considerando encuestas estatales, indica que Biden está firme con 212 votos electorales y Trump con 125, pero Arizona, Carolina del Norte, Florida, Georgia, Michigan, Minnesota, Pensilvania, Texas y Wisconsin, podrían cambiar el juego.
El Congreso
Además de la batalla presidencial, los republicanos enfrentan una dura competen
cia para mantener el dominio en el Senado, pero los demócratas avanzan firmes para la Cámara de Representantes.
El recuento de las encuestas que retoma Five Thirty Eigth Project apuntan a que los demócratas ganarían el Congreso con 49.8% en la media de intención de voto.
Un reporte de The Hill indica que los demócratas podrían ampliar su mayoría en la Cámara de Representantes, aunque la mala noticia es que la batalla por el Senado se extendería ante cerrada contienda con republicanos.
“Los republicanos necesitan ganar 17 escaños para recuperar la mayoría en 2020”, indica un análisis de Cook Political Report. “Hay 30 demócratas sentados en distritos controlados por el presidente Trump en 2016, y solo
cuatro republicanos sentados en distritos controlados por Hillary Clinton”.
Agrega que la “débil posición de Trump en los distritos suburbanos” ha obstaculizado a los rivales republicanos, aunado a que las jubilaciones republicanas han brindado a las demócratas oportunidades de recuperación.
“El resultado más probable es una ganancia neta demócrata de entre cero y 10 escaños”, indica el informe.
Los republicanos están preocupados, porque algunos de sus territorios para el Senado enfrentan problemas para mantenerlos.
El líder actual de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell (Kentucky), reconoció el incierto escenario para su partido.
Cook Political Report estima que los demócratas obtendrían entre dos y siete escaños en competencia, lo que podría darles la mayoría o reducir la ventaja de los republicanos.l
construcción del muro en la frontera con México, la ha cumplido parcialmente: ha conseguido erigir casi 640 kilómetros (400 millas) de barrera, aunque la gran mayoría reemplazaba una valla que ya existía; y no hay ningún viso de que el país vecino vaya a sufragar los costos, como aseguró Trump.
En materia de migración, Trump ha erosionado profundamente el derecho de los indocumentados a solicitar asilo, enviándolos a México a esperar durante meses una cita en un tribunal de EEUU, mientras intentaba constreñir la inmigración legal y perfilaba a quienes no tienen papeles como criminales, sin matices.
Trump ha pasado casi todo su mandato bajo investigación: primero fue la pesquisa sobre la trama rusa del fiscal especial Robert Mueller, que concluyó en 2019 sin grandes consecuencias; y luego el juicio político terminado el pasado febrero, que absolvió al presidente de dos cargos por sus presiones a Ucrania.
El ascenso de un magnate
Nacido en 1946 en Nueva York de una familia descendiente de emigrantes alemanes, Donald John Trump se licenció en Economía Financiera y a los 28 años tomó el relevo de la empresa inmobiliaria de su padre para adentrarse después en el sector de los casinos, con un ascenso en ocasiones complicado y marcado por las deudas.
Productor de los concursos de belleza Miss Universo y Miss América, Trump estrenó la década pasada su propio programa de televisión, “El aprendiz” (“The Apprentice”), donde varios candidatos competían por un empleo en su corporación, algo que alimentó su fama e impulsó su carrera presidencial.
Con una fortuna personal estimada en unos 2,100 millones de dólares, Trump está casado con la modelo eslovena Melania Knauss desde 2005, con la que tiene un hijo. Con anterioridad, estuvo unido a la deportista Ivanna Winkerlmayr, con la que tuvo tres hijos, y con la actriz Marla Maples, con la que tuvo una hija.l
lo principal ahora es sacar a Trump de la Casa Blanca.
Carisma ‘virtual’
El carisma es otro de sus puntos fuertes, algo que demuestra en sus cálidas y espontáneas interacciones con los ciudadanos, pero la inusual situación derivada de la pandemia del coronavirus supone un obstáculo.
Biden, que fijó su centro de operaciones en su casa de Wilmington (Delaware), localidad en la que reside, debido a la covid-19 pasó de desarrollar una campaña totalmente virtual a otra en la que el público asiste a sus mítines dentro de sus vehículos, como en los autocines.
Pese a las limitaciones que eso representa, su propósito ha sido marcar diferencias entre una campaña y la de Trump, que lleva a cabo mítines multitudinarios, al aire libre pero sin respetar las distancias de seguridad ni la obligatoriedad del uso de mascarillas.
Paradójicamente, gracias a su menor exposición pública, ha podido controlar una de sus principales marcas de la casa: sus frecuentes meteduras de pata verbales.
“Soy una máquina de pifias. Pero, por Dios, qué cosa maravillosa comparada con un tipo que no puede decir la verdad”, ironizó a finales del pasado año al compararse con Trump.
Una de las noches de campaña de las primarias llegó a confundir antes de empezar a hablar a su mujer, Jill Biden, y a su hermana, Valerie Biden.
Pero también ha estado en la vanguardia de su partido y ha espoleado cambios que ahora lo enorgullecen: en 2012 afirmó que se encontraba “absolutamente cómodo” con el matrimonio homosexual, lo que forzó a Obama a acelerar su apoyo explícito a esas uniones y contribuyó a su legalización final por parte del Tribunal Supremo en 2015.l
Debra Haaland y Xochitl Torres son reelegidas, Nuevo México tendrá en el Congreso una delegación compuesta totalmente por mujeres de color.
La campaña de Leger, una sobreviviente de cáncer de mama, enfatiza la necesidad de un sistema de asistencia médica que cubra a toda la población, y otros asuntos como el crecimiento sostenible, la inmigración y la educación.
CARLOS GIMÉNEZ, 66 AÑOS (FLORIDA):
Alcalde del condado de Miami-Dade, el republicano Carlos Giménez aspira al Congreso federal en representación de un distrito que abarca parte de este condado del sur de Florida, del que ha sido regidor desde 2011.
Este cubano-estadounidense se enfrenta en estas elecciones a la demócrata Debbie Mucarsel-Powell, la primera mujer latinoamericana en el Congreso estadounidense y quien busca la reelección tras dos años en el cargo.
Elegido en 2011 por primera vez como alcalde de uno de los condados más populosos del país, Giménez logró la reelección en las elecciones de noviembre de 2016 y ahora busca dar el salto a la política nacional.
AMMAR CAMPA NAJJAR, 31 AÑOS (CALIFORNIA):
Este joven político, hijo de madre mexicano-estadounidense y padre palestino, compite en el Distrito 50 de California con el republicano Darrell Issa, quien ya estuvo 18 años en el Congreso como representante de un distrito vecino.
Las encuestas más recientes muestran al joven candidato demócrata a la zaga de Issa por unos 10 puntos porcentuales, pero si es elegido y gana para los demócratas un distrito que ha sido republicano, Campa será el primer latino árabe estadounidense en el Congreso.
Campa Najjar e Issa buscan el escaño que quedó vacante después de que el republicano Duncan Hunter fue condenado a 11 meses de prisión por malversación de fondos de campaña.O