¿SE DEJARÁ ENGAÑAR OTRA VEZ ESTADOS UNIDOS?
Esta semana, con suerte, sabremos si los votantes de la nación optaron por un cambio de mando en la Casa Blanca, hartos de casi cuatro años de mentiras, división, políticas públicas crueles y desdén por la vida humana. En especial, en medio de la pandemia del Covid 19. O bien, si por alguna razón que sociólogos e historiadores intentarán explicar, sabremos si esta nación reelegirá a Donald Trump, dándole la espalda a los preceptos básicos de decencia y humanidad.
Este panorama es, quizá, el punto de quiebre en el que se estaría definiendo no solo el carácter del país que había alcanzado la ejemplificadora quintaesencia de la democracia, sino que determinaría incluso el complejo nuevo rumbo nacional e internacional de la historia, de cara a un Siglo XXI que no termina de desprenderse de trabas y vicios de la centuria pasada, paradójicamente ocurriendo ahora mismo en Estados Unidos.
Eso, claro, si los resultados de la elección son contundentes. Porque si el demócrata Joe Biden gana en una elección cerrada, es de anticipar que Trump recurra a lo que sea para impugnar esos resultados con tal de mantenerse entronado.
En efecto, los diversos escenarios son difíciles de digerir porque incluso aunque Biden tuviera un sólido triunfo, queda por ver la reacción que tendrán Trump y sus huestes convencidas por su líder de que el “fraude” es lo único que podría explicar un triunfo demócrata.
Y si Trump es reelecto, la pregunta central es ¿qué le pasó a Estados Unidos y qué dice ese resultado de nosotros como sociedad?
Es decir, qué significará que revalidemos a un mentiroso compulsivo que carece del más mínimo concepto de decencia; que solo vela por sus intereses económicos; que ha minimizado una pandemia que ha matado a más de 230,000 personas y siguió haciendo campaña con eventos que se convirtieron en focos de contagio; que se burla de la ciencia. Basta ver sus gesticulaciones y las reacciones al cúmulo de imprecisiones que sobre la pandemia emite en sus actos públicos de campaña, para darnos cuenta cómo se burla incluso de esos que lo apoyan.
Un individuo con una política migratoria sustentada, casi de manera sádica, en la crueldad, separando a niños de sus padres y extraviando a esos padres, sin mover un solo dedo para acelerar el reencuentro y sin importarle la angustia acumulada de esas familias, ni mucho menos el daño psicológico que sufrirán de por vida los menores; hacinando a esos niños y a sus padres en jaulas. n presidente empecinado en eliminar el Obamacare que ofrece cobertura médica a 20 millones de estadounidenses, únicamente porque lo promulgó Barack Obama.
Un mandatario que fomenta la división y el racismo; que se ha negado a condenar rotundamente a supremacistas blancos.
Pues como dice el dicho: “Fool me once, shame on you; fool me twice, shame on me.” (Si me engañas una vez, culpa tuya; si me engañas otra vez, culpa mía).•
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