El estímulo económico no puede esperar a la vacuna
Gregory Daco
La semana que hoy se cierra se inició con noticias del avance de una vacuna para el COVID. La promesa médica no va a mejorar radicalmente la vida y la marcha de la economía en el corto y medio plazo porque aún debe ser aprobada y la distribución tomará tiempo para llegar a todas las esquinas.
Otra inyección debe venir antes. La económica de mano de otro estímulo o paquete de estabilización del Estado que vuelva a proveer de liquidez a los hogares, y ayudas a desempleados, negocios y gobiernos locales. La ayuda a estos últimos es clave para que el dinero fluya a más lugares como por ejemplo las organizaciones comunitarias que cada vez luchan más por grants y becas porque van a sufrir recortes de lo que reciben de presupuestos públicos.
Los clientes de estas organizaciones, en las que ahora se ofrece comida de forma más regular, tienen más necesidades y desde agosto han notado una peor situación económica según han dicho a la Reserva Federal.
Este antídoto es clave para una situación que se está complicando de nuevo desde el verano. Sobre todo desde que a finales de julio se acabara la ayuda a los desempleados con $600 extra a su colecta.
“Es muy urgente, la promesa de que un estímulo llegue en diciembre o enero es simplemente insuficiente en este punto”, explica a El Diario Gregory Daco, economista jefe para EEUU de Oxford Economics. Aunque muchos consumidores están esperando un cheque de ayuda directa semejante al de los $1,200 este economista señala que las acciones más efectivas son las dirigidas a reforzar el seguro de desempleo, a la ayuda de los pequeños negocios y las transferencias de dinero federal a municipios y gobiernos estatales, por el efecto estabilizador de estas medidas es mayor.
Hogares con fragilidad financiera
En una primera instancia las complicaciones amenazan con perjudicar seriamente a los hogares con mayor fragilidad financiera, entre ellos los de buena parte de los latinos, algunos de los cuales llevan sin recibir más ayuda que la de la caridad desde que llegó la pandemia al excluirse a los indocumentados de las intervenciones del Estado más significativas.
En un segunda instancia, la situación afecta, al país en su conjunto por la ampliación de las fracturas económico sociales en el país.
Estas son algunas de las conclusiones sobre la situación actual por parte de los economistas Daniel Schneider de la Harvard Kennedy School, Peter Tufano de la University of Oxford y Annamaria Lusardi de la escuela de negocios de la Universidad George Washington. En un estudio que acaban de publicar apuntan algo que muchas familias de bajos ingresos y sobre todos los inmigrantes, saben muy bien.
Aunque el mercado de acciones y las cifras de desempleo han mejorado desde el inicio de 2020 “no hay una mejora correspondiente en las medidas de la fragilidad financiera de la familia media en América. No vemos la evidencia de que se haya cambiado de dirección sino que tememos un invierno largo y difícil para el americano medio, entre los que una parte que aumenta no pueden llegar a fin de mes”, se lee en sus conclusiones.
En el estudio, los economistas apuntan a que además de las mujeres, las desigualdades antes del COVID hicieron que los hogares “afroamericanos e hispanos experimentaran más la inseguridad alimentaria y tuviera más problemas para pagar las facturas corrientes”.
El pulso que el Censo está tomando puntualmente a los americanos apuntaba en octubre que mas de cuatro de cada 10 niños vivían en hogares en los que gastos básicos como comida o medicinas no son asequibles. En el caso de los hogares blancos este problema afectaba al 33%, en el de los latinos, al 55%.
Los economistas explican que en los últimos meses las desigualdades en las que las personas de menores ingresos y menos formación además de las mujeres están ampliándose. “Además de la pura injusticia de esta situación, estas divisiones amenazan con más diferencias entre quienes tienen todo y no tienen nada”, algo que puede romper la sociedad.
El fin del CARES Act, el primer estímulo multimillonario y con distintos objetivos ha revelado las diferencias entre los empleados y los desempleados y estos economistas señala que las evidencias son claras, hay una fragilidad financiera en los hogares y una mayor distancia entre los ri
«Es muy urgente, la promesa de que un estímulo llegue en diciembre o enero es simplemente insuficiente en este punto».