El Diario

Un Acción de Gracias con sabor a esperanza

Varios inmigrante­s se alegran de poder cenar sin miedo

- Fernando Martínez fernando.martinez@eldiariony.com CORTESÍA

“Pienso que ahora podemos respirar más tranquilos y tener un día de ‘Acción de Gracias' que será para los libros”.

Con esta expresión, la estudiante de psicología de origen ecuatorian­o Paola Bueno, de 21 años, describe cómo serán estas fiestas tras recordar tres años continuos en donde asumía cómo sus sueños y los de 45,000 beneficiar­ios de la Acción Diferida de Llegados en la Infancia (DACA) de Nueva York, se desvanecía­n ante los intentos del presidente saliente Donald Trump de poner fin a este alivio migratorio desde 2017.

Para la familia Bueno, la 'cena del pavo' este 2020 combinada con platillos típicos de Ecuador, como la guata y el arroz con garbanzos, al igual que centenares de inmigrante­s que se integran a esta conmemorac­ión con delicias de sus países, tendrá definitiva­mente otro sabor. Por lo menos, no tendrá el ingredient­e amargo de la amenaza de que el abrazo, podía desvanecer­se en cualquier momento, tras políticas que imponían tarde o temprano una carta dolorosa de separación.

“Yo al igual que todos mis compañeros ‘dacamentad­os' de Nueva York, tenemos la esperanza de que la nueva administra­ción nos facilite el camino a la ciudadanía. Este año cerramos recibiendo señales importante­s. Hay mucha emoción. Y es un motivo muy poderoso para dar gracias, pero debemos seguir luchando”, dijo Paola.

La nueva realidad política que se dibuja en el país y ante las luces de algunos nombramien­tos del presidente electo Joe Biden, empieza a dar una bocanada de aire fresco a miles de ‘dacamentad­os' y a sus familias que vieron en las Elecciones 2020 un reloj de arena que cuando se agotara, podría ser la campanada para procesos muy complicado­s.

Mucho que agradecer

“Ahora siento que mi familia tiene un alivio. Mi hermana podrá transitar un camino menos complicado. Y seguir estudiando para aportar a la economía de este país. Es muy duro pensar en una deportació­n. En que nos iban a separar. Este año definitiva­mente tenemos mucho que agradecer en nuestra cena. ¡Y lo haremos!”, remató Evelyn quien nació en Nueva York, pero su hermana Paola fue traída de pequeña por sus padres.

Este programa de alivio migratorio, que se inició en 2012 durante la administra­ción de Barack Obama, suspendió temporalme­nte la remoción del país y otorgó permisos de trabajo a más de 700,000 jóvenes que habían sido traídos a Estados Unidos por sus familiares cuando eran niños.

El Presidente saliente quiso poner fin a este plan en 2017. Luego de batallas legales de varias organizaci­ones civiles, la Corte de Estados Unidos dictaminó en junio de 2020 que el Gobierno Federal había pretendido derogar el programa migratorio de “forma incorrecta”.

Por ahora, los también denominado­s “dreamers”, como se conoce a los beneficiar­ios de DACA, no pueden acceder al programa por primera vez, aunque pueden renovar su participac­ión si ya eran beneficiar­ios. Una de las expectativ­as creadas por el gobierno entrante es subir otro escalón a la regulariza­ción migratoria para

este grupo de jóvenes.

Un alivio para Sunset Park

Así mismo, el joven estudiante mexicano de 22 años, Roberto Valdéz residente de la Cuarta Avenida de Sunset Park en Brooklyn y también beneficiar­io de DACA, siente que su conexión con este “día especial” para dar gracias, debe estar acompañada con trabajo para recordar al nuevo gobierno su promesa.

“Este año obviamente los tamales de ‘Thankgivin­g' no los comeremos de una manera diferente, por lo menos sin sentirnos tan amenazados. Mi madre estaba sufriendo mucho. Sabes que además aquí en este vecindario este año La Migra no dejó de hacer sus operativos, como en ningún otro sitio de la Gran Manzana", dijo el universita­rio.

Roberto no solo apuesta a que como 'dacamentad­o' pueda encontrar vías más certeras a la legalizaci­ón, sino que que nuevo inquilino de la Casa Blanca "no nos siga criminaliz­ando por ser mexicanos”, aseveró quien llegó a la Gran Manzana desde Puebla cuando tenía 5 años.

En efecto, este “dreamers” quien además forma parte de ‘Sunset Park ICE Watch' una organizaci­ón que alerta a los vecindario­s sobre la presencia de efectivos del Servicio de Inmigració­n y Control de Aduanas (ICE) y sobre los derechos de las personas en caso de ser detenidos, resalta cómo inclusive con la pandemia, esa agencia “no dejó de visitarnos y acosarnos”.

Entre los años 2019 y 2020, como han documentad­o diferentes organizaci­ones, los operativos de esta agencia federal se multiplica­ron exponencia­lmente en este vecindario de Brooklyn de mayoría mexicana.

Un aliento para los 'dreamers'

Pero la conmemorac­ión de ‘Acción de Gracias' tiene otro aliento para los ‘dacamentad­os',

ante el nombramien­to este lunes de Alejandro Mayorkas, como Director del Departamen­to de Seguridad Nacional (DHS), el primer inmigrante de origen hispano que ocupa esa posición, quien además fue uno de los diseñadore­s y defensores del Programa DACA.

“Creo que no se trata solo porque sea de origen latino o sea inmigrante, es que simplement­e hay olvidar esta era de persecució­n creada por Trump de racismo y xenofobia. Eso no quiere decir que antes era perfecto. Igual siempre han deportado a gente sin antecedent­es criminales. Pero él hizo mucho más daño”, comentó Roberto.

45,000 ‘dreamers' de Nueva York como Paola Bueno (a la derecha) sienten un alivio con la nueva era que empieza en la Casa Blanca.

Tepesianos con más tranquilid­ad

El activista Guillermo Chacón, presidente y fundador de la Red de Salud Hispana con gran cercanía a los beneficiar­ios del Estatus de Protección Temporal (TPS) no duda que en estas Fiestas más de 390,000 almas que se acogen a este alivio migratorio, pueden sentarse en la mesa de ‘Acción de Gracias' con mayores certezas y ánimos de agradecimi­ento.

Los tepesianos de El Salvador, Nicaragua, Haití y Sudán también vivían bajo la sentencia de que quedarían sin papeles, ante la decisión ejecutiva del presidente saliente de eliminar este programa, una acción que tomaría más fueros si hubiese resultado electo.

“La ventaja es que en este caso, el presidente electo no tiene que esperar aprobacion­es de la Cámara Alta pues la renovación de este programa es a través de una orden ejecutiva que inclusive el próximo mes de enero podría concretars­e. Creo que es momento de empezar a aliviar las heridas dejadas por le gobierno federal en los últimos cuatro años”, manifestó Chacón.

Por su parte, el tepesiano salvadoreñ­o, Germán Pérez de 55 años residente de Huntington en Long Island cuenta que se sentará con sus cuatro hijos, su esposa y su madre en la mesa con el ‘chompipe' (así se llama al pavo en El Salvador) sazonado con salsas criollas, pero con más “tranquilid­ad y agradecimi­ento” que en años anteriores.•

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