Sergio Avila:
Anticipan medidas adicionales en febrero que refuercen el paquete anunciado recientemente
Los mercados esperan que el presidente electo Joe Biden eleve los estímulos a la economía y las ayudas a las familias, y reoriente las relaciones comerciales con China, pero temen que se vea obligado a subir los impuestos para financiar sus planes.
Biden, que tomará posesión mañana, avanzó el pasado jueves un nuevo plan de estímulo de 1.9 billones de dólares que contempla aumentar las ayudas directas a los ciudadanos y las prestaciones por desempleo, subir el salario mínimo y destinar recursos adicionales para luchar contra la pandemia.
Los inversores esperan que el presidente electo presente en febrero un paquete adicional de medidas que incluya inversiones en infraestructuras y energías renovables.
Para Pimco, una de las mayores gestoras de inversión del mundo, las inversiones en infraestructuras serán fundamentales para la recuperación económica de EEUU y llegarán a movilizar “entre 1 y 2 billones de dólares (entre 0.8 y 1.6 billones de euros) a lo largo de varios años”.
Aún más optimista es el economista jefe de la gestora ODDO BHF, Bruno Cavalier, quien cree que el futuro plan de infraestructuras contará con unos 3 billones de dólares (2.5 billones de euros).
El presidente electo ha recalcado en numerosas ocasiones que “pondrá a su país en un camino sostenible no más tarde de 2050”, lo que muestra su compromiso con la transición verde.
Para Gilles Moëc, economista jefe de la gestora AXA IM, Biden “podría impulsar diferentes medidas para apoyar la transición ecológica,
«El paquete presentado por Joe Biden está en línea con lo esperado por los mercados, pero el problema es que viene aparejado con posibles subidas impositivas».
especialmente aquellas relacionadas con las energías renovables”.
Según sus estimaciones, “estos proyectos verdes podrían tener un valor cercano a los 1.7 billones de dólares (1.4 billones de euros)”.
El plan de estímulo anunciado la semana pasada y la posible llegada de nuevos programas de inversiones han generado preocupación en los mercados ante la posibilidad de que su financiación conlleve