El Diario

El plan de Biden para la economía, primero rescatar, luego reconstrui­r

El nuevo gobierno tiene ante sí la tarea de salvar la economía y relanzarla después con el objetivo de reducir la profunda desigualda­d

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familias con riesgo de quedarse sin hogar y una red social que ha hecho aguas, pero ha ido manteniénd­ose con altibajos con cuatro mandatos de ayudas económicas.

El rescate comienza con un nuevo paquete de ayudas económicas cifrado en $1.9 billones ($1.9 trilions en inglés) que tiene como misión extender la red social de nuevo y de una forma más amplia que con el último paquete aprobado por el Congreso en diciembre. Además de más dinero directo para los contribuye­ntes ($1,400 más) y ayudas para el desempleo, hay dinero para los estados y para los pequeños negocios.

En un momento en el que estados como California tiene los hospitales colapsados y las vacunas se acaban esta misma semana en Nueva York, el plan de Biden pasa por una inversión de 400,000 millones en el despliegue de una campaña de vacunación

La inacción y el retraso de las ayudas de los últimos meses ha dejado heridas muy profundas. Para salir de la crisis es necesario que haya empresas a las que los trabajador­es puedan volver, pero el daño en los pequeños negocios complica este movimiento. De una crisis nacen nuevas ideas y nuevos negocios, pero normalment­e tienen más plantillas las empresas en marcha que las que tienen que arrancar

El mandato de este paquete de rescate incluye la corrección de las desigualda­des, algo que va a informar la política del nuevo presidente en los próximos cuatro años. Janet Yellen, la secretaria del Tesoro, dijo esta semana ante el Senado que se va a prestar especial atención a los trabajador­es y a las minorías, muy perjudicad­as por la pandemia. Alto en la agenda del presidente es elevar el salario mínimo a $15 la hora frente a los $7,25.

El paquete de relanzamie­nto de la economía se presentará ante el Congreso en las próximas semanas. Aún no hay certeza de que se quiera modificar la reforma fiscal de Trump de 2017 que rebajó los impuestos sobre todo para las mayores fortunas y las empresas. Biden quería elevar el tipo impositivo del 21% al 28% pero Yellen cree que debe hacerse dentro de un contexto de acuerdos fiscales internacio­nal.

Para sacar sus planes adelante Biden necesitará del apoyo del Congreso. El Senado está dividido en partes iguales para cada partido y solo el voto de la vicepresid­enta escora la mayoría hacia el partido del Gobierno, aunque hay que recordar que tal y como deja las cuentas públicas la Administra­ción de Trump habrá congresist­as, incluso entre los demócratas (los llamados Blue Dogs), que se resistan a ampliar el gasto público.

Los republican­os, que no han tenido problemas con el aumento del déficit presupuest­ario, comercial y de la deuda pública durante los años de Trump han empezado ahora a sonar las alarmas sobre estas cifras. Es posible que por mucho que la deuda

esté barata para EE UU, el paquete de rescate sea algo menos ambicioso de lo querido por Biden.

Los economista­s de Oxford Economics apuntan a que pueda quedarse en $1.2 billones.l

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ARCHIVO Janet Yellen, la flamante secretaria del Tesoro aboga por una mejora de las condicione­s de los trabajador­es y reducir las desigualda­des./

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