Desplazados en Chiapas.
A la fecha, algunos de ellos, han regresado; otros, aún se encuentran con familiares y van y vienen como desplazados intermitentes porque no es fácil vivir en vilo entre la vida y la muerte.
En julio pasado, Luciana Lunes, una adolescente de 13 años de edad del poblado de Kokó, municipio de Aldama, resultó herida de bala en un ojo y un hombro; hace unos días, la activista María Hernández —cuyo nombre fue cambiado en este artículo por razones de seguridad— también documentó ataques a agricultores que regresaban de cortar café.
Apenas el día anterior los desplazados de Aldama detectaron en la Curva Tontik “muchos hombres vestidos de negro y armados, gritando”. Por esas fechas se publicó un video donde aparecían públicamente.
Ella misma ha sido blanco en dos ocasiones, aunque ha corrido con suerte a diferencia de otros vecinos como aquel que fue emboscado en 2018 junto con sus dos hijos de 12 y 17 años. Todos murieron.
El presidente de los Bienes Comunales de Manuel Utrilla
Santa Martha del municipio de Chenalhó dijo que los disparos de arma de fuego de grueso calibre provenientes de grupos paramilitares del municipio de Aldama, siendo recurrentes del 23 al día de hoy 30 de diciembre; una versión que contradice el Frayba. “No nos dejan revisar los expedientes en Chenalhó y el gobiero no investiga que pasa”.