Natalia Jiménez anima a romper el abuso psicológico
La cantante Natalia Jiménez se adentró en el problema de la violencia psicológica en el artículo "El abuso invisible" publicado ayer en el diario puertorriqueño "Primera Hora", en el que incita a las mujeres a salir de la tela de araña en la que pueden caer arrastradas por sus parejas.
"Es un sapo. No te pega. Te estrangula con su lengua. Te ahorca recordándote todo lo que haces mal cada día, o todo lo que haces bien, para que no lo sigas haciendo”, escribe la española en el artículo al que se refirió en su cuenta de Instagram.
“Erosiona tu identidad al punto de no saber quién eres. Poco a poco consigue convertirte en un ser dependiente, frágil, asustado y sin voz" añade.
La cantante destaca cómo el abusador "te maneja como una marioneta para hacerlo feliz. Y mientras juega con tu endeble voluntad y tu incapacidad, te va convirtiendo cada vez más en lo que él quiere, pero sigue siendo infeliz. Nunca va a ser feliz. Al fin y al cabo, es un sapo".
Jiménez asegura que los abusadores hacen cambiar a las mujeres en todo, comenzando por su pelo y continuando por la ropa, las convicciones y la espiritualidad, para alejarte finalmente de tus amigos, familia y trabajo, cegadas “por promesas anfibias".
"Te olvidas de tener sueños, poder, determinación e independencia. Cierras los ojos, te tapas los oídos, esperando que algún día todo cambie. A que el sapo cambie. Pero no cambiará nada", señala la cantante madrileña.
"Tal vez fue un insulto más, una mirada condescendiente, una crítica a un salario que no gana, la censura a la creatividad que él nunca soñó tener", dice la artista, para señalar que, de repente, "planeas salir del pantano. Quedarse es morir. Morir una muerte íntima. Una muerte de quien tu realmente eres. Es más difícil llorar por el futuro que no tendrás, que por el pasado que ya tuviste", asegura.
La cantante, quien se dio a conocer por la Quinta Estación, recuerda que algunas muestras de control pasan por alejarse de los familiares, de la gente cercana, del dinero y de todo lo conocido para quedar a su merced.
"Cuando quieres salir es demasiado tarde. No puedes pedir ayuda. Vives en una tela de araña, de la que no te puedes despegar. Tu metamorfosis forzada está completa", señala.
Por ello, aconseja pedir ayuda para ir recuperando la confianza en una misma, reconstruir el núcleo pr ofesional y personal, que probablemente están rotos.
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