Dan la bienvenida a refrigerador comunitario
Inmigrantes del área de Sunset Park agradecen tener un sitio donde acudir por comida
(elotes) que significan alimento y vida y que están junto a una enredadera de flores, sinónimo de esperanza, según la artista que las realizó, la mexicana Sandra Oérez.
En el centro de la puerta del refrigerador hay una imagen que muestra a una mujer abrazando un corazón en el cual hay alimentos y flores.
“Ella es Tonantzin, la madre de la tierra, y abraza el corazón porque es la que nos provee los alimentos para que no falte comida en las mesas de nadie”, explicó Pérez.
“En Nahuatl es la madre que nos da todo. El corazón es el alimento de la esperanza, el dolor que todos pasamos en este momento, pero hay una flor que significa que pese a ese dolor podemos salir adelante”, indicó además la artista.
El sol y la luna, que también lo adornan, significan que de día y de noche siempre habrá comida en el refrigerador comunitario, que han proliferado durante la crisis creada por la pandemia. Es la respuesta de la comunidad, donde todos aportan para que el que necesite siempre encuentre alimentos a cualquier hora.
Los que murieron por la pandemia “porque no pararon de trabajar”, muchos de ellos inmigrantes, también fueron recordados a través de un colibrí que alimenta una antorcha “de la esperanza”.
“Murieron porque tenían que salir a trabajar para alimentar a sus hijos”, comentó Sandra y explicó además que las imágenes del famoso Brooklyn Bridge y de la Estatua de la Libertad dentro de un corazón que sostiene a la antorcha es porque esos que perdieron la vida trabajaron para que esta ciudad continuara adelante.
Al otro lado del refrigerador, destacan las palabras en diversos dialectos y que significan “esperanza”, “comida”, “alimento”, pero también “unidad” y “protégete” de la pandemia.
“En una encuesta que hicimos en mayo del año pasado encontramos que hay 59 diferentes idiomas indígenas en Brooklyn. Por eso pusimos las palabras en diferentes idiomas para darle visibilidad a la comunidad indígena que vive por aquí”, comentó Lorena Kourousias, directora ejecutiva de Mixteco.
Voluntarios de la propia comunidad que hablan Mije, Nahuatl, Mixteco, Maya y Quiché ayudan con las interpretaciones para la prestación de servicios en esta organización.
Desde abril del año pasado, Mixteco está dando dispensas y comida caliente en esta comunidad “y la necesidad de comida sigue siendo grandísima”, señaló.
“No podemos estar dando comida todos los días pero la gente come todos los días. La idea del refrigerador es que aquellos que tienen un poco más donen. La meta es que nadie se vaya a la cama sin comer, con hambre. Es una colaboración también con restaurantes locales que también van a donar comida”, dijo.l