Presos políticos
Amnistía Internacional (AI) denunció que el Gobierno que preside en Nicaragua el sandinista Daniel Ortega “ha reprimido todas las formas de disidencia o crítica” desde que estalló la crisis sociopolítica y de derechos humanos que vive el país desde abril de 2018, y que “la pesadilla continúa”.
En un informe titulado “En Silencio a cualquier precio: tácticas de Estado para profundizar la represión en Nicaragua”, AI señala al Gobierno sandinista de usar diversas estrategias para silenciar críticas y demandas sociales, lo cual ha profundizado la crisis de derechos humanos que estalló hace 34 meses.
“Las autoridades han seguido una política de erradicación, a toda costa, del activismo y la defensa de los derechos humanos”, sostuvo AI en el nuevo informe, en el que expone las estrategias utilizadas por las autoridades “responsables de uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente del país, donde quien se oponga a las políticas gubernamentales puede perder su libertad e incluso sus vidas”.
“Durante casi tres años, el Gobierno de Daniel Ortega ha demostrado una y otra vez que está dispuesto a hacer cualquier cosa para evitar que los derechos humanos se conviertan en una realidad en Nicaragua”, dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI.
Las autoridades, continuó,
la situación de los denominados presos políticos no mejora significativamente “incluso después de salir de prisión”.
“Sin embargo, la pesadilla continúa”, advirtió la activista, que observó que las organizaciones locales continúan criticando el uso que hace el Gobierno del sistema de justicia para encarcelar a activistas tras procedimientos arbitrarios.
A finales de noviembre de 2020, cuando se finalizó el informe, más de 100 personas permanecían tras las rejas únicamente por ejercer sus derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica, según AI.
Asimismo, advirtió que la situación de los denominados presos políticos no mejora significativamente “incluso después de salir de prisión”.l