Mbappé manda en la casa de Messi
El francés hace tres goles y deja al Barça herido de muerte
París Saint-Germain logró la primera victoria de su historia en el Camp Nou al golear por 1-4 al Barcelona, con un triplete del estelar Kylian Mbappé, que lo coloca con pie y medio en los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Con el regreso de Gerard Piqué como jefe de la defensa azulgrana, tres meses después de lastimarse los ligamentos de la rodilla derecha, y sin los lesionados Neymar ni Ángel di María en el bando parisino, el duelo no despertó hasta que apareció Leo Messi.
El astro argentino puso un balón para Frenkie de Jong a la espalda de la defensa visitante y Kurzawa trabó involuntariamente al centrocampista neerlandés dentro del área, por lo que se pitó penalti y el propio Messi lo transformó a los 27 minutos en el 1-0.
El ‘10’, que lleva cuatro goles en esta Champions, volvió aparecer en la jugada siguiente para infiltrarse entre la zaga gala y regalar un gol cantado a Ousmane Dembélé, pero el francés remató sin tino ni convicción solo delante de Keylor Navas.
Ese error despertó al PSG que, tras un gran toque dentro del área de Marco Verrati, empató 1-1 con un golazo de Mbappé, tras recorte sobre Clement Lenglet y un violento latigazo que dejó a Marc-Adnré ter Stegen sin tiempo de reacción al 32’.
Con Mbappé desatado llegaron los mejores minutos del PSG en el segundo tiempo. En el 65’, el punta francés remató a placer para hacer el segundo tanto de su equipo, después de un centro de Florenzi que pilló en falso al portero azulgrana y que Piqué no acertó a despejar.
Mbappé pudo hacer el tercero en la jugada siguiente, al romper con otro furioso cambiado de ritmo y por enésima vez a Sergiño Dest, quien sería sustituido poco después para acabar con su suplicio.
Pero Moise Kean, al 70’, ganó la espalda a la defensa azulgrana y cabeceó en el segundo palo para hacer el tercero del PSG, ante la incredulidad de los locales.
Quedaban 20 minutos y Barcelona, huérfano de balón y amedrentado por la contundencia ofensiva de su rival, se desangraba en el Camp Nou, donde cuatro años atrás había vivido, contra el mismo equipo, una de esa históricas noches mágicas europeas que cuestan olvidar: su remontada con el 6-1.
Esta vez, sin el abrigo del público y con un Messi cada vez más cabizbajo, el Barça fue incapaz de reaccionar. Ni con un acción individual de Dembélé que tiró desviado ni con un regalo de Navas que casi provoca que Antoine Griezmann marcara de rebote.
Tampoco con el triple cambio a la desesperada del técnico Ronald Koeman, que daba entrada a Trincao, Miralem Pjanic y Riqui Puig por ‘Pedri’, Sergio Busquets y Piqué.
Al contrario, desguardado atrás al estar obligado a recortar distancias, daba aún más facilidades al PSG, lo que aprovechó Mbappé para culminar una contra con un derechazo a la escuadra a cinco minutos para el final.