LA DEUDA ESTUDIANTIL
La deuda de los préstamos estudiantiles es una carga pesada para las personas que empiezan una vida laboral. Mucho más lo es si asistieron a escuelas privadas con fines de lucro, como ocurre con estudiantes de las minorías, de donde salen muchas veces sin un título y con grandes compromisos económicos.
Esta deuda representa 1.7 billones de dólares distribuida entre 44 millones de personas. Para tener una idea, es mayor por 739,000 millones de dólares al total de las tarjetas de crédito.
Es un precio muy elevado para una necesidad básica en el mundo de hoy como lo es una educación superior que le permita al individuo tener un nivel de vida aceptable, al mismo tiempo que contribuye a la economía con su labor profesional.
Es necesario reducir la deuda y hacer las reformas financieras necesarias en las instituciones educativas para cortar el círculo vicioso que es una educación muy cara pagada en el momento por el gobierno federal para luego ser reembolsada por el estudiante.
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El Diario La Prensa/ An impreMedia
Operating Co. LLC company La propuesta para reducir la deuda estudiantil de la administración del presidente Joe Biden es un buen primer paso para hacer frente al problema. Los detalles no son tan así.
Biden quiere condonar la deuda hasta los 10,000 dólares y que la deuda haya sido incurrida en un colegio y universidad pública. Los demócratas más progresistas como la senadora Elizabeth Warren y los que quieren ganar elección como el líder de la mayoría del Senador, Chuck Schumer, piden que lleguen a los 50,000 dólares sin diferenciar el tipo de Universidad.
Creemos que debe estar más cerca de los 50,000 que de los 10,000 dólares. Biden no quiere ayudar o subsidiar las universidades de élite, por
Javier Casas, General Manager
Carmen Villavicencio, Executive Editor. Angel Vazquez, Sales and
Circulation. Rossana Rosado, Publisher Emeritus
Iván Adaime, CEO Javier Casas, CFO Rafael Cores, Content ejemplo, como Princeton. La cuestión es ayudar al estudiante, por eso debe basarse en algunos casos según los ingresos o riqueza del deudor y no adonde fue. No es lo mismo graduarse de Harvard e ir a Wall Street que al universo comunitario.
También es necesario retomar la supervisión estricta de los colegios con fines de lucro que pudieron extender sus alas bajo la protección del gobierno de Trump y su secretaría de educación Betsy DeVos. Estas escuelas tienen el 10% de los alumnos pero representan el 70% de la deuda impaga.
Otro paso positivo de Biden es su propuesta de dar colegio comunitario gratis y permitir que las familias que ganan un máximo de 125,000 dólares puedan enviar a sus hijos a las universidades estatales de forma gratuita.
La educación es el nivelador social y económico. Para que cumpla con esa misión es necesario una reestructuración para controlar el costo que elevó la deuda estudiantil un 102% entre 2010 y 2020. El comienzo es perdonando deuda.•
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