EL COMBATE AL TRÁFICO DE ARMAS
Si Joe Biden realmente quiere tratar a México como “país amigo”, como afirma, debe empezar con priorizar el combate al tráfico de armas de fuego, lo que implica reformar las laxas leyes de su país. Hasta ahora, la respuesta de todos y cada uno de los gobiernos, sean demócratas o republicanos, ha sido burocrática, en el mejor de los casos, y de oídos sordos, en el peor.
Bajo la legislación actual, los traficantes de armas pueden cruzar estados y fronteras internacionales sin temor a ser acusados. Vender armamento de guerra a criminales mexicanos no es un delito federal en EEUU. Debido a un código arcaico, el gobierno federal ni siquiera puede compilar datos sobre esas ventas.
Se estima que anualmente ingresan 250 mil armas de fuego a México, lo que representa un incremento de 50 mil unidades en el último año. Alarmante panorama que habla del éxito de los carteles para armarse con la ayuda de Estados Unidos.
Por su valor estratégico por la frontera con Arizona y costas prácticamente inhóspitas, Sonora destaca entre los estados a donde están llegando más armas. La plaza, tradicionalmente de “Los Salazar” de Sinaloa, está siendo disputada por el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que, hasta hace poco, usaba el mercado de Texas para satisfacer su demanda de fuego.
“El CJNG está posicionado en estos tiempos como el más fuerte. Hay una escalada de violencia que crece exponencialmente día a día por el control de territorios. El ha ido apoderándose de más y más”, me dijo un ex funcionario de inteligencia mexicano.
El mismo retrato ofrece el video de una entrevista reciente a un capo que dijo ser del CJNG. Con el rostro cubierto con una máscara de camuflaje para ocultar su identidad, el entrevistado habló con Mariana van Zeller, reportera del National Geographic que, con un equipo de tres hombres, llegó en lancha al lugar donde el narco la aguardaba ( How do Cartels get their weapons? You Tube 7 feb 2021).
El inusual encuentro de un narcotraficante con un representante de los medios, en el que Zeller presenció cuando un vendedor le entregó al capo una pistola personalizada ordenada con anticipación, parece haber tomado lugar en el Alto Golfo, como se conoce la parte alta del Golfo de California.
Los carteles se están armando para una guerra, no sólo para disputarse plazas. Su arsenal es similar al de los ejércitos irregulares. Las medidas que ha tomado Estados Unidos, como tener oficinas de la ATF por toda la República para rastrear el origen de las armas, claramente han fracasado.
El poderoso lobby armamentista se escuda en la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a poseer armas, para justificar sus crímenes. Sin embargo, la justificación no sólo es inmoral sino una falacia. La Constitución de EEUU no dice que cualquier hijo de vecino tiene derecho a comprar armas para vendérselas a los carteles mexicanos.l