La cocina:
El revestimiento más común en la cocina son las baldosas. Lo mejor para mantener el brillo y que no se tornen opacas es aplicarles espuma en aerosol luego de la limpieza corriente con agua y detergente.
Los anaqueles se limpian por encima regularmente, pero cuando no llegan hasta el techo, limpiarlos por encima es una pesadilla. Así que no es mala idea por lo menos dos veces al mes pasar el trapito por encima. Lo mismo al refrigerador.
Obviamente, la estufa es la que más se ensucia, así que aunque tarde un poquito más, luego de limpiarla con un papel para quitar la grasa déle una tallada.
Para evitar que la esponja de lavar platos huela mal, cada vez que termine de usarla es necesario enjuagarla varias veces. Si la deja en un recipiente con agua y jabón, se le pueden echar unas gotas de jugo de limón para evitar que se formen hongos (manchas negras o amarillas) en el recipiente. Pero cuando la esponja se deja en agua, su duración es menor.
Si los recipientes de plástico para guardar comida han quedado con marcas de salsa, se les puede verter agua con un poco de cloro y dejar esta mezcla de un día para otro. Luego hay que lavarlos con abundante agua para eliminar los residuos de cloro. El carbonato es otra opción siguiendo el mismo procedimiento
tas saturnales en la antigua Roma.
Ingredientes:
5 tazas de harina.
Sal
1½ cucharadas de polvo para hornear
1/3 de taza de azúcar 3½ cucharadas de mantequilla
½ taza de grappa 1 cucharada de extracto de vainilla
3 huevos
1 yema
Aceite de maní
Azúcar glass
Preparación:
Mezclar la harina, una