LA EMERGENCIA EN TEXAS
La crisis Texas con la tormenta invernal no debió sorprender a las autoridades estatales. Hace una década se hizo la advertencia de que el sistema eléctrico era inadecuado para el frío. Allí el mercado libre es una religión y el cambio de clima es un mito.
Así el mayor productor de energía de la nación quedó sin energía por varios días en medio de una inusual tormenta que hizo explotar tuberías en los hogares y dejó muertos congelados en sus hogares.
Las redes eléctricas estatales suelen estar interconectadas lo que permite poder ayudarse entre sí cuando hay emergencias. No en este caso. Fiel al espíritu independentista de la “República de Texas” no se realizaron esas conexiones para impedir que el gobierno federal tenga jurisdicción en su desregulación.
Hoy los texanos dependen de la ayuda de su despreciado gobierno federal para poner de pie a un estado postrado por el cambio de clima.
El exgobernador de Texas Rick Perry, cuya desastrosa desregulación le ganó el cargo
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Operating Co. LLC company de Secretario de Energía de Donald Trump, dijo que los texanos están dispuestos a pasar más días sin electricidad con tal de no estar bajo el gobierno federal. El senador Ted Cruz no estuvo de acuerdo y escapó a la soleada Cancún, cuando sus representados se congelaban.
Cruz, al igual que Perry y el gobernador Abbot no creen en el cambio de clima. El gobernador culpó al principio al ecológico “Acuerdo Verde”. Como todavía no existe dijo que el futuro era culpable del presente desastroso.
Si de Acuerdo Verde se habla, cabe destacar que su impulsora del mismo, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, recaudaba millones de dólares que llevó a Texas. La neoyorquina dio una lección de liderazgo al mostrar que en momento
Javier Casas, General Manager
Carmen Villavicencio, Executive Editor. Angel Vazquez, Sales and
Circulation. Rossana Rosado, Publisher Emeritus
Iván Adaime, CEO Javier Casas, CFO Rafael Cores, Content de crisis no hay estados rojos ni azules. Y mucho menos huir cobardemente como hizo Cruz.
Todo esto podría haberse atenuado si en 2011 Perry y Abbot hubieran hecho caso al reporte posterior a un huracán, donde decía que había que proteger la red eléctrica de los cambios de temperatura. Pasaron huracanes feroces y aún así no se hizo nada.
El credo del mercado libre decía que se puede incentivar económicamente a la industria para que haga cambios. Las empresas no los hicieron, ni mantuvieron reservas como ocurre en otros estados, para no dañar sus márgenes de ganancias.
Los republicanos de Texas creyeron que la fortaleza de la desregulación podía hacer frente a la mentira del cambio climático. Los huracanes mostraron que no era así. Ahora no cabe duda que era al revés.
Este es otro ejemplo de la necesidad de una regulación estatal que proteja los servicios públicos. La realidad destruye las teorías, desnuda la hipocresía de los políticos y pone en peligro a sus representados.•
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