Todas las miradas apuntan a Mineápolis
Las heridas siguen abiertas en Mineápolis por el asesinato del afroamericano George Floyd, y en la víspera de las deliberaciones del juicio por el caso, la ciudad aguarda expectante y con temor a que esta vista devuelva la agitación social a las calles.
de la población blanca, que estaba horrorizada. Y políticamente eso hacía más probable que este caso acabara en juicio y en cargos contra el policía”, manifestó Ross.
Chauvin fue grabado por cámaras de seguridad y móviles de transeúntes mientras presionaba con su rodilla durante 8 minutos y 46 segundos el cuello de Floyd, quien esposado y tendido en el suelo llamó a su madre y repitió: “¡No puedo respirar!”.
La participación masiva de la población blanca en las protestas “legitimó” lo que la comunidad afroamericana ya sabe y ha sufrido en sus propias carnes durante décadas, opinó el filósofo Yancy George, profesor en la universidad Emory de Atlanta.
Para la comunidad negra en Estados Unidos, el “no puedo respirar” de Floyd, que ya gritó Eric Garner en Nueva York en 2014, abarca una gran cantidad de experiencias y sentimientos.
“Es una expresión que habla del hecho de que el Estados Unidos blanco tiene su rodilla en nuestros cuellos.
Se ha convertido en un símbolo de cómo se considera que nuestras vidas no tienen valor y cómo nuestra capacidad de respirar está en peligro desde 1619”, cuando los primeros esclavos llegaron a EEUU, afirmó George.
La protestas por la muerte de Floyd, las más numerosas desde el asesinato de Martin Luther King Jr., ya han cambiado a EEUU y la cuestión ahora es ver qué rumbo toma el
país, algo que podría decidir el juicio que empieza hoy dijo el profesor de estudios afroamericanos de la universidad de Villanova, Vincent Lloyd.
Si Chauvin es condenado por asesinato, apuntó Lloyd, será una “señal” de que los tiempos están cambiando, de que la policía no puede actuar con impunidad y de que la comunidad afroamericana puede por fin comenzar a curar sus heridas.l