Sólo para fines médicos
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, recordó a México que es firmante de tratados internacionales que contemplan que la marihuana solo se puede comercializar por motivos médicos.
de posguerra, nacidos entre 1946 y 1964, y que son conocidos como “baby boomers”.
Además de aquellos consumidores de largo recorrido que han seguido accediendo a drogas superados los 65, están quienes acuden por primera vez a estas sustancias
para paliar dolores crónicos relacionados con el envejecimiento o para hacer frente a otros problemas como la depresión y la ansiedad.
Este segundo grupo puede caer en el abuso de medicamentos prescritos o en intentar obtenerlos de forma irregular para tratar un mal debido a la falta de seguros médicos o programas paliativos.
Las personas de más de 65 años tienen además problemas específicos, como la polimedicación, es decir, el uso de cinco o más medicamentos al día, y que unido al consumo de sustancias sin supervisión puede acarrear graves consecuencias para la salud.
La JIFE ha pedido también a los Estados no desatender los programas de salud mental y, especialmente, los de desintoxicación, durante la pandemia de covid porque quienes asisten a ellos son especialmente vulnerables.
Los expertos de este órgano hacen ese llamamiento tras conocer que en más de 40 países se suspendieron o interrumpieron terapias de salud mental y de tratamiento de adicciones debido a Covid.
La JIFE recuerda que las personas que asisten a estos programas son especialmente vulnerables a la soledad y al aislamiento que suponen las medidas de confinamiento y las restricciones impuestas para contener el virus.
Este órgano de la ONU también muestra preocupación por la escasez de ciertos medicamentos bajo control internacional, como analgésicos y sedantes, debido a la alta demanda debido a la pandemia.
“La creciente demanda para el tratamiento de pacientes con covid-19 ha creado más escasez y ha interrumpido ciertos tratamientos”, explicó Joncheere.
Donde más se consumen esos analgésicos, como la codeína, el fentanilo, la morfina y la oxicodona, es en países ricos como Estados Unidos, Alemania, Austria y Canadá.
Aunque el informe no cuenta con datos de 2020, en lo que respecta al uso de paliativos contra el dolor existía ya antes de la pandemia una enorme desigualdad en el mundo.
En 2019, el 80% de la población mundial que vive en países en desarrollo empleó menos del 13 % de la morfina para tratamientos paliativos, mientras que el 87 % se usó en los países ricos.l