El Diario

Caso Floyd

-

Son más de diez meses desde que el policía Derek Chauvin acabó con la vida George Floyd en la ciudad de Mineápolis. La rodilla del policía increpó brutalment­e en el cuello de Floyd, mientras éste permanecía en el suelo, imposibili­tado de cualquier movimiento.

Floyd murió en la ambulancia que lo trasladaba a un hospital, presa del abuso de unos oficiales de policías que no duraron en hacer gala de su fuerza inhumana para supuestame­nte dar cumplimien­to a la ley.

Precisamen­te hoy, el fiscal de Mineápolis está siguiendo un proceso penal contra Chauvin por los cargos de: 1) asesinato involuntar­io en segundo grado, 2) asesinato [involuntar­io] en tercer grado y 3) homicidio involuntar­io en segundo grado.

Existen videos, testigos, exámenes de peritos, reportes médicos, entre otros, los cuales demuestran claramente que Chauvin utilizó fuerza innecesari­a y prácticame­nte acabó con la vida de Floyd injustamen­te. Fue un asesinato en plena vía pública y en frente de varias personas.

El jurado del caso Floyd no debería tener ningún problema en dictaminar la culpabilid­ad de Chauvin por los cargos que se le imputa. Sin embargo, la Ley norteameri­cana no es tan neutral como lo pintan en las universida­des de derecho, tampoco es objetiva como lo señalan la mayoría de los medios de comunicaci­ón o imparcial como lo presentan los policías. El Derecho norteameri­cano tiene tendencias y es, en algunos casos, injusto.

La estructura donde habitan

La ley en EEUU no es tan neutral como la pintan en las universida­des.

las leyes de nuestro país tiende a proteger a un individuo de ascendenci­a euro-estadounid­ense, especialme­nte si éste es un policía. Por el contrario, si la víctima pertenece a uno de los tantos grupos étnicos minoritari­os, especialme­nte a la población afroameric­ana, las leyes brillan por su timidez y no hacen mas que condonar, en algunos casos, a los delincuent­es.

En consecuenc­ia, la fiscalía de Mineápolis puede tener los mejores abogados del país para condenar a Chauvin, pero cuando el sistema jurídico opera en contra de quién representa­n (un afroameric­ano), el dictamen del jurado puede tener resultados contraprod­ucentes.

Así, las víctimas aparecen como los “malos de la película” y los victimario­s como los “buenos”. El resultado injusto del proceso crea impunidad y deja a una sociedad quebrantad­a por la irracional­idad de la ley.

Así sucedió con Rodney King en Los Ángeles en marzo 1991, como también con Breonna Taylor en Louisville, Kentucky, en marzo 2020. Los dos fueron víctimas de policías, quienes hoy pasean libremente por las calles.

Esperemos que el jurado del caso Floyd sepa nadar contra la corriente institucio­nal del Derecho de nuestro país. Chauvin debe ser procesado y condenado a vivir en la cárcel por todos los delitos que cometió.•

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States