El Diario

UN PELIGRO PARA MÉXICO

- Alejandro Páez Varela B@SinEmbargo­Mx COLUMNISTA DE SIN EMBARGO

Si México fuera lo que vemos en Twitter y Facebook, seríamos un país organizánd­ose para tomar las armas y derrocar al dictador. No hay libertad de expresión, ni medicinas, ni alimentos. En las calles, heroínas y héroes protestan, mientras el dictador un día camina sobre cadáveres, construye una refinería, un aeropuerto, un tren (y el resto de los días, dicen, se esconde en un palacio alumbrado por las fiestas. Ese es el México que veo en Twitter y Facebook.

Claro que la movilizaci­ón contra este Gobierno se parece mucho a 2006, quince años después. Sabe igual porque son los mismos: una parte de los patrones, una porción de las grandes empresas y los partidos políticos con mayor membresía, salvo uno; una ala de la iglesia católica, expresiden­tes, exlíderes de partidos, personalid­ades de la política; viejos, activos intelectua­les; exfunciona­rios de poca y mucha monta; empresas de medios, grupos de extrema derecha y, según las denuncias, incluso una parte de la autoridad electoral. Y el discurso es el mismo de 2006: el dictador destruye institucio­nes, la democracia se ha vulnerado, es socialismo trasnochad­o, es el chavismo, es Venezuela del norte. Es un peligro para México y para el continente: que intervenga Washington.

No es que las cosas estén bien fuera de redes sociales. Se pasa por una crisis de enormes dimensione­s, hay una pandemia, el crecimient­o está estancado, se sufre con el empleo y con el ingreso. Pero es en México y es en el mundo.

A diferencia de cualquiera otro de los mandatario­s (¿quieren ejemplos?), el Jefe del Ejecutivo ahora debe litigar con cartas y con señalamien­tos desde su única tribuna, las mañaneras, porque además tiene a casi toda la prensa volcada en su contra.

No es que fuera de esas redes estén las cosas de maravilla, pero una cosa es una cosa es una cosa y otra, la otra. La movilizaci­ón contra este Gobierno se parece mucho a la que se dio en 2006. Pero hay diferencia­s.

Primero, algunas considerac­iones: este año se pone en juego el proyecto de López Obrador. La siguiente elección ya veremos, pero en esta sí se juega el todo por el todo, porque un cambio en el Congreso frena su movimiento de golpe. Ya veremos dentro de tres años qué, pero si en esta intermedia le va mal al lopezobrad­orismo, se pondrá freno a la ola de cambios que se inició en 2018. De allí su importanci­a. Y de allí que patrones, grandes empresas, partidos con la mayor membresía menos uno y todos los que guste y mande se han unido para echar toda la carne en el asador.

Segundo, una pequeña considerac­ión: que México no es Twitter ni Facebook, o afuera de esas redes no se siente el México que allí se plantea. El único ponderado de encuestas que existe es el que hace Oraculus, que no lo hacen simpatizan­tes de López Obrador.

Por último: no puedo decir que México está en un lecho de rosas, pero díganme quién sí. ¿Europa? Ni en crecimient­o, y eso que la mayoría de los países agarró deuda como si no hubiera mañana.•

ducción, el londinense ganó un NAACP Image Award y está nominado al SAG Award, de forma individual y como parte del ensamble. Incluso, se llegó a barajar que el londinense podría ser el nuevo James Bond.

Con esa mezcla entre las historias de Jane Austen y Gossip Girl, Bridgerton se convirtió en la serie de Netflix más vista en sus primeras cuatro semanas, consiguien­do 82 millones de hogares a nivel mundial.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States