El Diario

LOGRAR UN CAMBIO EN VENEZUELA

- Andrés Oppenheime­r B@Oppenheime­ra COLUMNISTA DE LA NACIÓN

El presidente Joe Biden merece un aplauso por sus primeras medidas sobre Venezuela. Está explorando formas más efectivas de restaurar la democracia en ese país, y dejando en ridículo las absurdas afirmacion­es del expresiden­te Donald Trump de que sería un “socialista” que apoyaría la dictadura de Venezuela. En primer lugar, Biden está llamando acertadame­nte al gobernante venezolano, Nicolás Maduro, “dictador”. Y Biden no está relajando las sanciones de Estados Unidos contra funcionari­os de alto rango del régimen de Maduro iniciadas por el expresiden­te Barack Obama en 2014 y ampliadas durante el mandato de Trump.

“Sabemos que la raíz de gran parte de la miseria y el sufrimient­o del pueblo de Venezuela está en un solo individuo, y hemos dejado muy claro que Nicolás Maduro es un dictador”, dijo un portavoz del Departamen­to de Estado. En segundo lugar, Biden sigue reconocien­do a Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional elegida democrátic­amente en 2015, el “presidente interino” de Venezuela.

El Secretario de Estado Anthony J. Blinken tuvo una conversaci­ón telefónica de casi 45 minutos con Guaidó el 2 de marzo, que originalme­nte estaba programada para durar solo 10 minutos, me dijeron personas cercanas a la conversaci­ón. Ambos acordaron “aumentar la presión multilater­al y presionar por una transición democrátic­a pacífica”, dijo el portavoz del Departamen­to de Estado, Ned Price, después de la llamada.

En tercer lugar, Biden otorga estatus de protección temporal (TPS) y permisos de trabajo a hasta 320.000 venezolano­s exiliados en EE.UU., algo que Trump no había hecho en sus cuatro años en el cargo. “Esto muestra la solidarida­d del presidente Biden con nosotros”, me dijo el embajador de Guaidó en Estados Unidos, Carlos Vecchio, refiriéndo­se al TPS para venezolano­s.

Los funcionari­os del gobierno de Biden dicen que no descartan flexibiliz­ar algunas sanciones a Venezuela si la dictadura de Maduro toma medidas para permitir elecciones libres, pero que aún no hay señales de que eso suceda. Mientras tanto, en círculos diplomátic­os de Washington DC se está analizando la creación de una nueva coalición internacio­nal para la crisis de Venezuela que algunos llaman G-8, o Grupo de los 8. La nueva coalición estaría formada por ocho democracia­s: Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia, Alemania, Francia, Reino Unido y Holanda.

Vecchio, quien apoya la creación de un G-8 para Venezuela, me dijo: “Este es un grupo de democracia­s que podrían usar su poder económico, político y diplomátic­o, así como las sanciones, para forzar un cambio político” en Venezuela.

Ya existen varias coalicione­s multilater­ales sobre Venezuela, pero están fragmentad­as y no han logrado mucho. El propuesto G-8 sería la primera coalición liderada por Estados Unidos y, por lo tanto, tendría más influencia que las actuales, dicen los partidario­s de la idea.l

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