Resuelven caso de desaparecida hace 44 años
El asesinato de un repartidor mexicano, ocurrido el pasado lunes, ha levantado nuevamente las alertas sobre los peligros a los que se exponen estos trabajadores, muchos de ellos inmigrantes.
Francisco Villalva Vitino, de 29 años y que hace una década emigró de Guerrero a Nueva York, fue interceptado por asaltantes en un parque del vecindario de Harlem mientras se dirigía a entregar una comida y robaron su bicicleta, que poco después fue recuperada.
El trabajador, que vivía en El Barrio latino de Harlem, donde se ha establecido una gran comunidad mexicana, murió a consecuencia de un tiro en el abdomen y otro en el cuello.
Gustavo Ajche, repartidor y líder de “Los Deliveristas Unidos”, que recién se conformó para enfrentar y buscar soluciones a sus problemas señaló que “es hora” de que esta ciudad haga algo por estos trabajadores esenciales.
“Estamos con su familia porque todos estamos expuestos a este tipo de cosas, accidentes, asaltos, un sinfín de cosas que sufrimos pero ya no nos vamos a quedar callados, en silencio, nos estamos organizando”, dijo y adelantó que se preparan para una gran marcha el próximo 21 de abril para exigir beneficios y condiciones seguras de trabajo.
Por su parte, el repartidor Johan Huerta expresó: “Ya es suficiente, nos asaltan y nos matan solo por cumplir con nuestro trabajo. Cuántos más tienenquemorirparaqueelDepartamento de Policía (NYPD) y la Ciudad hagan algo”.
“Como trabajador también exijo que nos protejan porque nuestras vidas también importan”, agregó en un comunicado publicado en redes sociales.
“Mi primo fue asesinado mientras entregaba comida para esta ciudad. Francisco era un trabajador esencial y merecía ser protegido. Ahora mi familia exige justicia”, indicó Floriberto Villalva.
“No queremos que esto le vuelva a pasar a otros compañeros repartidores de comida que están haciendo uno de
Manifestación y vigilia
Entre tanto, los repartidores esperan acciones concretas del NYPD para que se haga justicia por la muerte de Villalva.
Como medida de presión, un grupo se presentó ayer ante el cuartel de la zona que tiene el caso, y en horas de la tarde participaron en una vigilia para honrar la memoria del joven trabajador, según indicó Ligia Guallpa, directora ejecutiva del Proyecto de Justicia Laboral.l
Con información de EFE
La espera de una familia latina por un familiar que desapareció hace 44 años llegó a su fin, luego de que los restos de una mujer hallados hace cuatro décadas a orillas de un río en Pensilvania fueron identificados como Evelyn Colón y ahora por fin pueden darle descanso eterno, así como al hijo que esperaba.
Finalmente y gracias a la ayuda de pruebas de ADN las autoridades en Pensilvania han identificado los restos, que durante años fueron conocidos como Beth Doe, hallados el 20 de diciembre de 1976 en tres maletas a orillas de un río en ese estado.
Por su muerte ha sido arrestado en Nueva York Luis Sierra, ahora de 63 años, quien espera para ser extraditado a Pensilvania. Sierra era el novio de Evelyn, entonces de 15 años y padre de su hijo, y vivían juntos en Jersey City, Nueva Jersey.
La última vez que Luis Colón vio a su hermana fue cuando esta llamó a su madre para pedirle que le preparara una sopa y la llevara a su hogar, señaló el viernes el periódico NJ.com.
Colón, de 61 años, dijo además al periódico que pasó años preguntándose qué le pasó a Evelyn después de que los vecinos le dijeron que ella y su novio, de 19 años, se habían mudado, cuando fue a llevarle la sopa.
“Entré y vi el cochecito de bebé, era como uno de esos carritos de bebé de los años 40, negros con ruedas grandes, en la cocina, pero no había nadie allí”, recordó.
Los restos de Beth Doe fueron identificados como los de Evelyn luego de que la policía enviara el año pasado una parte de su fémur a una empresa en Texas para crear un nuevo archivo de ADN.
Luis, que vive ahora en Pensilvania, dijo que su hijo fue señalado como pariente de “Beth Doe” después de enviar su ADN a la compañía de genealogía genética.l
80,000 repartidores de comida hay en la ciudad, según cálculos del Proyecto de Justicia Laboral