LA FRONTERA COMO ARMA REPUBLICANA
Las cámaras, el teatro e infundir miedo fueron algunas de las características de la administración de Donald Trump.
La camada de republicanos que pretenden impulsar sus carreras políticas recogiendo las sobras que dejó el ex ocupante de la oficina oval parecen motivados a seguir estos mismos pasos.
A finales de marzo un grupo de congresistas republicanos encabezados por Rafael Cruz y Lindsay Graham se embarcaron en una lancha de la patrulla fronteriza para recorrer el Río Grande y ser testigos de la crisis en la frontera.
Luego del recorrido, y de visitar los centros en los que se encuentran hacinados los menores que han arribado solos a la frontera, el circo fue interminable.
En un acto patético en exceso Rafael Cruz grabó un video escondido atrás de unos matorrales narrando como podía ver a los peligrosos traficantes de seres humanos y de drogas al otro lado del Río Grande. No hay evidencia sin embargo de lo que Cruz dice que observó.
El resto del séquito republicano describió ante las cámaras las pésimas condiciones en que se encuentran los menores no acompañados en los centros de procesamiento de la Patrulla Fronteriza.
Esta iniciativa republicana sería por demás loable si fuera un acto de sincera preocupación por el bienestar de los menores no acompañados. Sin embargo estos mismos congresistas apoyaron incondicionalmente las inhumanas e ilegales políticas de Trump. Estos mismos congresistas guardaron silencio cuando Trump ordenó que se arrancaran a infantes de los brazos de sus madres, para mandar un mensaje. Estos mismos congresistas no protestaron cuando la administración de Trump tuvo que ser demandada para que proveyera a estos menores de un jabón y un cepillo de dientes. Estos mismos congresistas se escandalizan porque la administración del presidente Biden está gastando $86 millones para albergar a estos menores en hoteles del área; pero guardaron absoluto silencio cuando Trump le pagaba $775 al día a las prisiones privadas por cada inmigrante detenido. Estos mismos congresistas no viajaron a la frontera a observar el ilegal envío de estos menores a esperar el procesamiento de sus casos en México. la incoherencia e hipocresía es tal, que cuando la periodista Rachel Scott de la cadena ABC le pregunta a Lindsay Graham que se debería hacer con estos menores, su respuesta es que deberían ser definitivamente regresados al otro lado de la frontera.
Tienen razón estos “honorables” cuando reclaman una solución a la crisis en la frontera. Tienen razón estos “honorables” cuando critican las condiciones en las que se encuentran los menores en los centros de procesamiento de la frontera. Sin embargo no nos dejemos engañar, a estos “honorables” no les interesan los niños ni los inmigrantes, solo les interesa utilizar esta crisis humanitaria como plataforma política para emular a su maestro y líder, y recoger las sobras que este les dejó.l
Y