Bill de Blasio
El emblemático parque de diversiones, el Luna Park y la rueda Wonder Wheel, reabrieron ayer con el 33% de su capacidad Alcalde de NYC
Coney Island volvió a la vida. Y volvió, no de manera metafórica, sino real, pues ayer, luego de haber permanecido cerrado por 18 meses, 13 de ellos debido a la pandemia del COVID-19, el parque de diversiones más famoso de Nueva York, y uno de los más conocidos en todo el mundo, prendió motores otra vez y disparó todas sus atracciones por todo lo alto.
Desde tempranas horas de la mañana, y luego de una ceremonia oficial, en la que líderes y autoridades de la Ciudad se reunieron para mostrar con orgullo un nuevo paso en el camino a la normalización de la Gran Manzana, Coney Island volvió a tener ruido, risas, alegría, perros calientes, niños corriendo, familias felices y un sentimiento de esperanza que a muchos neoyorquinos les hacía falta, luego de la pesadilla que la ciudad ha vivido desde marzo del año pasado. Coney Island volvió a tener alma y con ello, Nueva York está respirando más fuerte.
Al menos ese es el sentir de Robert Serrano, un joven de origen puertorriqueño, quien este viernes no paraba de bailar y sonreír por poder regresar a trabajar atendiendo a los visitantes que quieren montar en la famosa rueda mecánica Wonder Wheel, que el año pasado cumplió 100 años, y cuyo festejo debió posponerse para el verano próximo.
“Me siento muy feliz. Feliz completamente, porque el hecho de que el parque reabra significa que la ciu
«Innumerables neoyorquinos se perdieron la emoción y la alegría de estas atracciones históricas... pero Coney Island ha vuelto y estará mejor que nunca».
dad va a tener más alegría y más esperanza”, comentó el trabajador de Coney Island.
Hazel Delgado no necesitaba hablar mucho para