Consejos para comprar y preparar almejas, mejillones y ostiones
Las conchas son una de las exquisiteces quizá menos exploradas en las cocinas de casa. Ahí, escondido entre valvas, existe un universo de sabores únicos.
Y lo mejor es que ostiones, almejas y callos no necesitan preparaciones pomposas para complacer a los paladares más exigentes.
Algunos tips para sacarle el máximo provecho a estos productos:
Las mejores conchas son las vivas, eso quiere decir que el proveedor debe tener mucho cuidado con el producto.
Entre los callos puedes encontrar de hacha de almeja, catarina, riñón, vieira; en el mercado hay más de 10 variedades de ostiones. Experimenta nuevas opciones.
La mayoría de estos bivalvos puede consumirse crudos o cocidos. Pruébalos de todas las formas: recién salidos de la concha, pasados por brasas, parrilla, cámara de ahumado, etc.
Algunas especies que puedes conseguir fácilmente son:
Su concha es alargada y triangular, de color negro con matices azules o cafés. La carne es de color naranja claro en las hembras y blanco ostión en los machos.
Almeja chocolata gigante
De concha gruesa, lisa y triangular con una coloración entre el marrón y el anaranjado. El interior es blanco, el cuerpo está pegado a un callo y el pie es de color rojo brillante.
Su concha triangular mide hasta 18 cm y es gruesa. El color exterior va del café claro al oscuro con bandas concéntricas de crecimiento. La carne es de tonalidad rosada.
De color crema, blancuzco o castaño y traslúcido. Se extrae lo mismo de la Atrina maura que de la Atrina tuberculosa, ambas almejas de concha triangular.
Su color es blanco y llega a pesar desde 600 a mil 200 gramos. Su sabor es parecido al de la almeja pismo y su consistencia similar a la del caracol de mar.
De la especie Crassostrea gigas, por su calidad es el ostión de mayor cultivo y consumo en el mundo. De concha limpia, forma y tamaño muy uniforme.
De concha áspera, estriada y laminada. De color blanquecino con manchas en tonos púrpura, su músculo es beige con la orilla café.
Algunas recetas sencillas para incluir conchas en tu menú cotidiano:
A la mexicana. Mezclar limón, salsa Valentina y aceite de oliva virgen extra. Verter sobre las almejas y terminar con una rebanada de aguacate.
A la oriental.
Sellar los callos por ambos lados hasta que tomen un color acaramelado. Calentar mantequilla, añadir jugo de limón y alcaparras, calentar un minuto. Apagar el fuego, añadir perejil picado y bañar los callos. Servir sobre puré de coliflor.