Granada se acordó de volver a ganar
El Granada apeló al espíritu de lucha y a su constancia para dar la vuelta al marcador y superar el 1-0 con el que se llegó al descanso, gracias al penalti marcado por Orellana, ante un Real Valladolid al que volvió a aparecérsele el mismo fantasma del miedo y la presión.
El cuadro andaluz, a pesar de llegar al José Zorrilla siendo el equipo español que más partidos ha jugado esta temporada -50- y de su participación en Europa el jueves, no evidenció cansancio alguno y se hizo con la iniciativa del juego. De hecho, en nueve minutos, ya había efectuado tres disparos a la portería defendida por Masip.
Un penalti de Vallejo sobre Kodro que el colegiado no dudó en señalar, puesto que existió contacto dentro del área sobre el delantero blanquivioleta. Orellana, como hizo ante el Sevilla, se encargó de transformar el penalti para dar ventaja a su equipo antes del descanso.
El Real Valladolid se mostró más intenso y mantuvo una gran presión sobre los jugadores contrarios. Quería
Jorge Molina (23) del Granada, abre el marcador ante la mirada del guardameta del Valladolid, Jordi Masip.
más goles. Quería asegurarse la victoria, para evitar que se repitiera lo sucedido en el anterior encuentro en feudo blanquivioleta ante el Sevilla. Pero los nervios afloraron, traduciéndose en varias tarjetas amarillas.
Sergio González buscó paliarlos añadiendo al terreno de juego a Marcos André, pero en este caso fue su compañero en punta de ataque, Kodro, quien tuvo la oportunidad de sumar un nuevo tanto, aunque su disparo fue repelido por el travesaño. Ello, sin embargo, espoleó al Granada, que mostraba las uñas en cada llegada al área local.
La lucha derivó en el empate de los andaluces, gracias a una gran definición de Jorge Molina, que remató el centro de Foulquier. El gol noqueó al Valladolid y dio alas a un Granada que lograba dar la vuelta al marcador con un latigazo de Quini, imposible para Masip, dejando al equipo blanquivioleta, hundido, y sin margen para reaccionar.