LOS TRIBUNALES DE INMIGRACIÓN
Uno de los peores legados de la administración Trump es el sabotaje que sus personeros emprendieron contra las cortes de inmigración.
Estos son tribunales administrativos, dependientes de la Secretaría de Justicia y no del poder Judicial.
Al tratar como criminales a todos los inmigrantes, Trump inundó estos tribunales, obstaculizando su labor. Y las directivas que les dio eran ejercer una política de mano dura que reflejara la aversión del gobierno contra los inmigrantes.
Así, el número de casos pendientes creció durante su gobierno a casi 1.3 millones, incluyendo 360,000 de asilo, contra 542,000 cuando asumió en 2017.
En promedio, la solución de los expedientes de asilo y deportación está tardando 755 días, un 60% más que hace cuatro años. En algunas ciudades duran mucho más: en Los Ángeles, 1,054 días, y en Baltimore 1,282.
Hay gente que está esperando cinco o más años a que se ventilen sus casos de asilo
eldiariony.com
El Diario La Prensa/ An impreMedia
Operating Co. LLC company o deportación.
Se trata de las esperanzas de familias de normalizar su residencia, de hacer de este país el propio y de contribuir a su crecimiento por generaciones.
Son millones que permanecen en el limbo, sin protección migratoria, derechos o beneficios, y sin la posibilidad de conseguir un trabajo en forma legal. La inacción los condena a una vida de inestabilidad y sobresalto e impide el proceso normal de aclimatación e integración a su nuevo país en el que están tratando de ser ciudadanos.
En sus primeros meses en el poder, el presidente Biden envió al Congreso un plan inicial de reforma migratoria, reactivó el programa DACA y dio fin al controversial Protocolo de “Protección al Migrante” que conminaba a solicitantes
Javier Casas, General Manager
Carmen Villavicencio, Executive Editor. Angel Vazquez, Sales and
Circulation. Rossana Rosado, Publisher Emeritus
Iván Adaime, CEO Javier Casas, CFO Rafael Cores, Content de asilo a esperar su destino en México.
Pero sin abordar la acumulación de casos en los tribunales federales de inmigración no habrá solución al problema migratorio. Y simplemente agregar más jueces para acelerar los procedimientos no alcanza.
La administración debe además modificar los criterios según los cuales se deciden las prioridades de deportación.
Los jueces, que dependen de directivas oficiales, necesitan libertad para usar su discreción para así poder eliminar o desestimar de sus expedientes a quienes no son riesgos de seguridad. Especialmente si han estado pendientes por años.
Y el Departamento de Seguridad Nacional debe limitar su política de deportación a aquellos indocumentados que sí son criminales y cuya permanencia en nuestro país atenta contra la seguridad de la sociedad toda, incluyendo la de otros inmigrantes.
De lo contrario el atraso seguirá creciendo y el legado malévolo de Trump tendrá una presencia permanente.•
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