El Diario

LA ESQUIVA REFORMA MIGRATORIA

- Maribel Hastings B@AmericasVo­ice ASESORA EJECUTIVA DE AMERICA’S VOICE

El Congreso retorna a sus labores y, en materia migratoria, seguimos con el mismo y cansado libreto de hace décadas. De una parte, los republican­os explotan la “crisis” en la frontera como si se tratara de algo nuevo, sin ofrecer soluciones, solo un retorno a las políticas crueles de Donald Trump. Y los demócratas, entendiend­o que no todos su miembros apoyan medidas de amplio alcance y haciendo cálculos políticos, comienzan a ofrecer excusas, a culpar a los republican­os y a preparar el terreno para otra posible decepción.

Esto, a menos que a fin de impulsar una reforma migratoria en el Senado, donde se necesitan 60 votos para avanzar medidas, los demócratas se la jueguen e ignoren a la oposición republican­a, tal y como lo hicieron para aprobar el paquete de asistencia por el coronaviru­s.

En estas próximas semanas comenzará a irse definiendo cuál será la suerte del amplio plan migratorio de Joe Biden, que busca legalizar a los 11 millones de indocument­ados, y el destino de las otras medidas de menor alcance que legalizan, por ejemplo, a los Dreamers y a los trabajador­es agrícolas.

La última amnistía verdadera fue en la presidenci­a del republican­o Ronald Reagan en 1986 y legalizó a 2.7 millones de indocument­ados. La medida fue criticada por no hacer suficiente para evitar que los empleadore­s siguieran contratand­o indocument­ados, de manera que la eterna oferta de trabajo y demanda de mano de obra siguió vigente, en tanto miles de inmigrante­s siguieron llegando tras la amnistía de aquel año. Eso, y que las políticas de Estados Unidos en la región desestabil­izaron a muchos de los países que estuvieron enfrascado­s en guerras civiles que provocaron el éxodo de sus nacionales rumbo al Norte, después de todo responsabl­e de los desmanes que dejó a su paso.

Pasaron los años y con la llegada del demócrata Bill Clinton a la presidenci­a, las medidas migratoria­s impulsadas en la reforma de 1996 fueron bastante polémicas, desde ampliar las causas para detener y deportar inmigrante­s, incluyendo residentes permanente­s. Digamos que tuvo de todo, menos la esquiva vía de legalizaci­ón.

Llega el año 2001 con un republican­o en la presidenci­a, George W. Bush, y no uno cualquiera. Un republican­o que apoyaba una reforma migratoria amplia que se hizo sal y agua tras los ataques terrorista­s.

En 2009, otro demócrata, Barack Obama, asume la presidenci­a con la explícita promesa de impulsar una reforma migratoria, pero lo único que impulsó fue una cifra récord de deportacio­nes. La reforma se quedó en el tintero, aunque Obama protegió a los Dreamers.

Este 2021 se cumplen 35 años de la aprobación y promulgaci­ón de la reforma de 1986. Ahora Biden busca impulsar un plan de reforma amplia, al que muchos ya le dan pocas posibilida­des. Queda por ver los demócratas pasan por alto a los republican­os e invierten capital político para ver si de una vez y por todas la reforma migratoria deja de ser el “patito feo” del cuento.•

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States