Adiós al lunes sin goles
Bayer Leverkusen vio reducirse un poco más sus posibilidades de acabar la temporada en los puestos de acceso a la Liga de Campeones en la Bundesliga alemana, tras ser incapaz de pasar del empate 0-0 en su visita al campo del Hoffenheim, en un gris encuentro que supuso el último disputado en lunes en dicho torneo.
Si la llegada al banquillo de Hannes Wolf parecía haber devuelto el brío al juego del Bayer, como demostró con su triunfo 2-1 sobre Schalke en la jornada anterior, ayer quedó claro que los problemas del equipo no se solucionan con un simple cambio de entrenador.
Leverkusen, en el que volvieron a ser titulares el chileno Charles Aránguiz y los argentinos Exequiel Palacios y Lucas Alario, apenas fue capaz de generar ocasiones de gol ante un rival que llegaba a la cita tras encadenar tres derrotas consecutivas.
Poco trabajo tuvieron los porteros de ambos conjuntos en la primera mitad, al igual que en la segunda, en la que solo la velocidad del jugador francés del Leverkusen, Moussa Diaby, pareció capaz de romper el guión, pero ni así logró el Bayer generar claras ocasiones de gol, más allá de un disparo desviado del propio Diaby.
Triste manera de recordar el último partido que se juegue en lunes en la primera categoría del balompié alemán, lo que se considera un éxito de los ultras que, con sus protestas, llevaron a que en el futuro la jornada vuelva a jugarse entre viernes y domingo.
Las protestas contra los partidos de los lunes empezaron hace aproximadamente tres años. Cada partido era más noticia con las acciones de protesta, desde pancartas en las tribunas hasta pelotas de tenis lanzadas al terreno de juego que forzaban a interrumpir el juego.
Pese al triunfo los ultras alemanes en el tema de los partidos de los lunes, actualmente hay escepticismo con respecto a sus otras luchas: una es el deseo de que la Federación Alemana de Fútbol haga un boicot al Mundial Catar 2022 y la otra es el rechazo a la reforma de las competencias de clubes europeas que, en opinión de los ultras, está dirigida solo a aumentar el poder de los clubes más fuertes, lo que terminará perjudicando las ligas nacionales.
El equipo de las ‘aspirinas’ se estancó en la sexta posición con 44 puntos, dos detrás del Borussia Dortmund y a 10 del Wolfsburgo, que marca con su tecer sitio el último que da acceso a la Champions League; Hoffenheim se quedó en el duodécimo puesto con 31 unidades.