NO MÁS TROPAS EN AFGANISTÁN
Hubiera sido difícil imaginar en 2001, después del ataque terrorista a las Torres Gemelas, que las tropas estadounidenses permanecieron por los menos 20 años en Afganistán. Otra vez quedó demostrado que es tan fácil intervenir militarmente como quedarse empantanado sin una salida que sea satisfactoria.
El presidente Joe Biden eligió precisamente la fecha del 11 de septiembre para retirar los cerca de 3,500 soldados que todavía quedan después de haber llegado a los 100,000 en 2011. El retiro empieza en mayo, tal como el expresidente Donald Trump había programado la salida de tropas finalizando en septiembre.
Biden, como vicepresidente del ex presidente Barack Obama, se enfrentó a los asesores militares que insisten en mantener una presencia militar en Afganistán para evitar el regreso del Talibán, la fuerza política que desde una versión extremista del islamismo cobijo al jefe de grupo Al Qaeda, Osama Bin Laden, cuando planeó el mortal ataque terrorista.
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En esa ocasión Biden perdió. Ahora como presidente no hay nada que detenga al mandatario que tuvo un hijo en Irak y que desde el Senado durante muchos años vio cómo los jóvenes estadounidenses perdieron su vida para cerrar ese capítulo.
Es inevitable tener que hacer un balance de una intervención militar que en principio tuvo una amplio respaldo como reacción al 9/11. La ambición hizo que rápidamente este conflicto pase a segundo plano para que la administración de George W. Bush se abocó al desastre militar de Iraq.
Se ignoró la elección de la historia, esa que tiene a Afganistán como el pantano atrapa gigantes como la Unión Soviética y Francia en su momento. Durante muchos años las tropas estadounidenses mantuvieron una guerra sin sentido contra el Talibán sin conseguir suficiente control del país como para neutralizar el Talibán. Lo que se lograba de día, se perdía de noche.
Los reportes recientes de inteligencia estadounidense no predicen un cambio de este
Javier Casas, General Manager
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Iván Adaime, CEO Javier Casas, CFO Rafael Cores, Content panorama, aunque también dicen que es improbable repetir la historia de Al Qaeda u otros grupos. Este seguramente es otro motivo que da cobertura política a la decisión de retirarse.
Lo que no está claro es qué ocurrirá con la situación con la mujer afgana. La caída del Talibán la sacó literalmente de la Edad Media, de una sociedad en donde se le prohibía hasta la educación. Uno de los principales propósitos de las negociaciones entre el Talibán, el actual gobierno afgano y Estados Unidos es mantener los derechos obtenidos hasta ahora.
Creemos que la situación de la mujer en Afganistán es importante. Pero la protección de los derechos ganados requiere un esfuerzo internacional en vez de depender de la presencia de unas 3,500 tropas estadounidenses. De igual manera el terrorismo islámico fuera de la región atacando blancos occidentales, se ha diseminado durante esta dos décadas en otras naciones.
Es hora de cerrar el capítulo de la guerra más larga en la historia de nuestro país.•
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