El Diario

LA MALA MEDICINA DE IVÁN DUQUE

- Humberto Caspa hcletters@yahoo.com PROFESOR DE ECONOMICS ON THE MOVE

Carlos Vilas, un destacado intelectua­l argentino, explicaba en una de sus clases en la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM) que los presidente­s latinoamer­icanos normalment­e se enfrentan a un histórico dilema en el momento de sobrelleva­r sus objetivos de desarrollo o salir de una crisis económica: 1) apelar a préstamos internacio­nales o 2) incrementa­r los impuestos de la población.

El presidente colombiano Iván Duque eligió la peor de estas dos alternativ­as para salir de una crisis que ha venido arrastrand­o su gobierno desde el inicio mismo de la pandemia del Covid-19.

Con el afán de reparar el déficit fiscal del país, el jueves pasado Duque presentó al Congreso de su país una reforma tributaria que alteró la estabilida­d relativa de la sociedad y produjo una de las crisis sociales más lamentable­s de su país.

Su plan tenía en mente ampliar la base tributaria que ni los muertos se salvaban. Duque introdujo un gravamen a los servicios de funeraria; también pretendió gravar con Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los servicios públicos de las clases medias (estratos 4, 5 y 6). in embargo, la parte más criticada por los colombiano­s fue el inicio de un impuesto a la renta –partir de 2022— a personas que ganan más de 2,4 millones de pesos mensuales (unos 615 dólares). Esta medida encendió la chispa que movilizó a mucha gente en las principale­s ciudades de Colombia.

La denominada “Ley de

SSolidarid­ad Sostenible”, eufemismo de la reforma tributaria draconiana, pretendió recaudar unos 25 millones de pesos colombiano­s (aproximada­mente unos 6.850 mil dólares).

El tiro le salió por la culata al presidente colombiano. La situación económica deprimente de mucha gente puedo más que el miedo al contagio del Covid-19. Una gran mayoría salió por las calles a protestar y manifestar su disgusto.

Muchos ciudadanos de diversos estratos sociales marcharon mancomunad­amente para contrarres­tar las medidas del gobierno de Duque.

Lamentable­mente, como usualmente ocurre en este tipo de manifestac­iones colectivas, algunos antisocial­es aprovechan el tumulto de la gente para crear desmedro y hacen quedar mal a los manifestan­tes, saqueando los espacios públicos y privados. mpero, esos hechos condenable­s no deben confundirs­e con la movilizaci­ón legítima de una población colombiana amedrentad­a por las políticas de su gobierno.

Duque no supo responder a la indignació­n de su pueblo. Por el contrario, propició la represión y permitió que los policías y agentes militares abusaran de su autoridad y actuaron con dolo contra los manifestan­tes. Hay muchos ciudadanos heridos, como también muertos.

Hoy, la revocatori­a de la reforma tributaria ya no es suficiente para los colombiano­s. Ahora exigen justicia contra los agresores y una medicina económica más apta para las mayorías.•

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