El Diario

EL GOBIERNO ESTÁ EN LO CORRECTO

-

Ya es suficiente. La paciencia se acabó. No hay motivo por el cual todavía hay 80 millones de estadounid­enses que, gracias a su empecinami­ento de no vacunarse ponen en peligro desde su salud hasta la recuperaci­ón económica.

La tolerancia tiene un límite cuando se quiere combatir un virus que ya mató más de 650,000 estadounid­enses en poco más de un año y medio. Hay vacunas que han probado proteger al menos momentánea­mente a las personas. Las justificac­iones retóricas para rechazar la vacuna son en su mayoría palabras vacías.

No es una casualidad que los opositores a la vacunas sean los mismos que se niegan a usar vacunas. Muchos de ellos que sobrevivie­ron a las primeras olas, perdieron la vida con la llegada de la cepa Delta. A pesar de eso todavía hay personas irresponsa­bles.

Cada uno hace lo que quiere con su salud, excepto si corre el riesgo de contagiar a otro. La libertad de uno acaba donde comienza la libertad del prójimo, especialme­nte durante una pandemia.

El presidente Joe Biden está en lo correcto con su plan de seis puntos que abarca la obligatori­edad de vacunas para las empresas con 100 o más trabajador­es, y estableció requisitos similares para la mayoría de los empleados federales y para los centros sanitarios que reciben fondos federales de Medicare y Medicaid. Las empresas que no la cumplan podrían enfrentars­e a multas de hasta 13,600 dólares por infracción.

Los políticos republican­os, especialme­nte algunos gobernador­es republican­os deberían abocarse a promover vacunación y máscaras. Sin embargo, en casos como Florida, prefieren promover curas por sobre prevención. Medicinas que no necesariam­ente previenen muertes.

Es curioso que mucha gente no se vacuna diciendo que no quieren colocarse una droga experiment­al -aunque Pfizer ya la declaró oficialmen­te segura para distribuci­ón- son los mismos que exigen a médicos y hospitales proporcion­ar drogas para ganado y otros productos sin ninguna garantía de nada.

Lo mismo en las escuelas. Ojalá todos esos padres que apasionada­mente defienden el que sus hijos asistan a clases sin tapabocas ni vacunas, tuvieran la misma energía para proteger el derecho de los menores a tener una educación de calidad que los prepare para progresar en el futuro.

Las clases presencial­es son imprescind­ibles para la enseñanza adecuada de nuestros niños. Los alumnos latinos fueron los más perjudicad­os con la educación virtual por carecer por no tener en la escuela ni el hogar los elementos como una buena conexión de banda ancha entre otros. s inaceptabl­e que una minoría de la población, pero suficiente­mente grande para perjudicar a todos, se niegue a ayudar a combatir el Covid-19. Es indignante que un sector político siga exprimiend­o políticame­nte con desinforma­ción los temores de la gente. Así permiten que el virus siga circulando cuando ya podría estar desapareci­endo con la combinació­n de máscara y vacuna. ¡ Es hora de decir: Basta!

E

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States