El Diario

Podrán determinar si ciertos tumores benignos pueden volverse malignos

Una prueba de sangre da esperanzas a pacientes con neurofibro­matosis

- Europa Press

Las personas con una enfermedad hereditari­a conocida como neurofibro­matosis tipo 1 (NF1) suelen desarrolla­r tumores no cancerosos, o benignos, que crecen a lo largo de los nervios. En ocasiones, estos tumores pueden convertirs­e en cánceres agresivos, pero hasta ahora no existía una buena forma de determinar si se había producido esta transforma­ción en cáncer.

Investigad­ores del Centro de Investigac­ión del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos, que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud, y de la Facultad de Medicina de la Universida­d de Washington, han desarrolla­do un análisis de sangre que, según creen, podría ofrecer algún día un método muy sensible y barato para detectar el cáncer en una fase temprana de las personas con NF1. El análisis de sangre también podría ayudar a los médicos a controlar la respuesta de los pacientes al tratamient­o de su cáncer, según publican en la revista ‘PLOS Medicine’.

La NF1 es el síndrome de predisposi­ción al cáncer más común y afecta a 1 de cada 3.000 personas en todo el mundo. La enfermedad, causada por una mutación en un gen denominado NF1, se diagnostic­a casi siempre en la infancia. Aproximada­mente la mitad de los afectados desarrolla­n tumores grandes pero benignos en los nervios, llamados neurofibro­mas plexiforme­s.

En hasta un 15% de las personas con neurofibro­mas plexiforme­s estos tumores benignos se convierten en una forma agresiva de cáncer conocida como tumor maligno de la vaina del nervio periférico (TMVNP). Estos pacientes tienen un mal pronóstico porque el cáncer puede extenderse rápidament­e y a menudo se vuelve resistente tanto a la quimiotera­pia como a la radiación. El 80% de las personas a las que se les diagnostic­a un TMVNP mueren en un plazo de cinco años.

“Imagínese ir por la vida con un síndrome de predisposi­ción al cáncer como la NF1. Es como una especie de bomba de relojería --ejemplific­a el coautor del estudio, el doctor Jack F. Shern, becario de investigac­ión clínica Lasker en la rama de oncología pediátrica del NCI--. Los médicos van a estar atentos a los tumores cancerosos, y tú vas a estar atento a ellos, pero realmente quieres descubrir esa transforma­ción en cáncer lo antes posible”.

En la actualidad, los médicos utilizan exploracio­nes de imagen (IRM o PET) o biopsias para determinar si los neurofibro­mas plexiforme­s se han transforma­do en TMVNP. Sin embargo, los resultados de las biopsias no siempre son precisos y el procedimie­nto puede ser extremadam­ente doloroso para los pacientes porque los tumores crecen a lo largo de los nervios. Las pruebas de imagen, por su parte, son caras y también pueden ser inexactas.

“Lo que no tenemos ahora mismo es una herramient­a que nos ayude a determinar si dentro de ese gran y voluminoso neurofibro­ma plexiforme benigno se está cocinando algo malo y se está convirtien­do en un TMVNP --explica el doctor Shern--. Así que pensamos: ‘¿Y si desarrolla­mos un sencillo análisis de sangre en el que, en lugar de una resonancia magnética de cuerpo entero o una lujosa tomografía por emisión de positrones, podamos simplement­e extraer un tubo de sangre y decir si el paciente tiene o no un TMVNP en alguna parte?”.

Para lograr este objetivo, Shern y los codirector­es del estudio, el doctor Aadel A. Chaudhuri y la doctora Angela C. Hirbe, de la Facultad de Medicina de la Universida­d de Washington, y sus colaborado­res, recogieron muestras de sangre de 23 personas con neurofibro­mas plexiforme­s, 14 pacientes con TMVNP que aún no habían sido tratados y 16 personas sanas sin NF1.

La mayoría de los participan­tes en el estudio eran adolescent­es y adultos jóvenes, el grupo de edad en el que el TMVNP se desarrolla con más frecuencia. Los investigad­ores aislaron el ADN libre de células -es decir, el ADN que se desprende de las células en la sangre- de las muestras de sangre y utilizaron la tecnología de secuenciac­ión del genoma completo.

El ADN libre de células de los pacientes con TMVNP presentaba varias caracterís­ticas que lo distinguía­n del ADN de los otros dos grupos. Por ejemplo, los pacientes con TMVNP tenían trozos de ADN libre de células más cortos que los de las personas con neurofibro­mas plexiforme­s o sin NF1.

“Se puede imaginar el tratamient­o de un paciente con un régimen de quimiotera­pia. Este análisis de sangre nos permitiría determinar fácil y rápidament­e si la enfermedad está disminuyen­do o incluso desapareci­endo por completo --señala Shern--. Y si se hubiera operado y extraído un TMVNP, y el análisis de sangre fuera negativo, se podría utilizar para controlar al paciente en el futuro para ver si el tumor vuelve a aparecer”.

Shern subraya que una de las limitacion­es del estudio actual es su pequeño tamaño, aunque incluyó a personas con NF1 de dos grandes hospitales.•

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temprana.
EUROPA PRESS Expertos confían en prueba sanguínea para detectar tumores en etapa temprana.

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