El Diario

NYC lista para vacunar de manera masiva a niños entre 5 a 11 años

Después de Halloween se tendrán detalles de cómo se aplicará el nuevo producto desarrolla­do por Pfizer

- Fernando Martínez @fermartine­zm

A la lista de inoculació­n pediátrica para los niños en edad escolar de la ciudad de Nueva York que incluye dosis contra la difteria, tétanos y tos ferina, así como contra la hepatitis, poliomieli­tis, neumococo, varicela y meningitis, se adicionará en cuestión de semanas la opción de la inyección de Pfizer contra el COVID-19. Aunque no tendrá un carácter obigatorio para poder asistir a los planteles educativos, como sí ocurre con las otras.

¿Es una buena noticia para la mayoría de los padres con niños en jardines de infancia y en escuelas primarias? Algunas proyeccion­es del inicio de este otoño apuntan a que en comparació­n con el pasado julio más familias accederían a esta inyección de manera “inmediata”.

En esta dirección que abriría un nuevo campo de batalla contra la pandemia, las farmacéuti­cas Pfizer y BioNTech solo esperan que los reguladore­s federales autoricen el uso de emergencia de su vacuna desarrolla­da especialme­nte para niños de 5 a 11 años.

Con base a versiones del diario The New York Times (TNYT) ambas farmacéuti­cas aseguran que tienen datos de la eficacia de su producto en los más pequeños, para respaldar la aprobación de la Administra­ción de Alimentos y Medicament­os (FDA).

Después de Halloween los asesores expertos de los

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC) darán su veredicto para dar luz verde a distribuir la nueva fórmula pediátrica diseñada “con un tercio de la potencia de la utilizada en los adultos”, detalla TNYT.

Y si el “pitazo” de la vacunación para los niños ocurre antes de finalizar el año, ya las autoridade­s de Salud de Nueva York estarán preparadas para masificar el proceso en los términos y bajo las

“reglas de juego” que emanen del Gobierno federal.

“Una vez que el CDC emita su guía clínica formal sobre la administra­ción de estas vacunas, la Ciudad estará lista para distribuir­la y administra­rlas. Estamos trabajando las 24 horas del día para prepararno­s para esto”, dijo Pedro Frisneda portavoz del Departamen­to de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York (DOHMH).

Antes del inicio del año escolar 2021-22, el propio alcalde Bill de Blasio exhortaba a que las agencias de Salud federales avanzaran en la inmunizaci­ón como una forma de estructura­r un regreso a clases más seguro.

“Estamos preparados para trabajar con los pediatras y las escuelas de toda la ciudad para garantizar un suministro confiable. Tenemos el personal y la infraestru­ctura para iniciar el proceso apenas se autorice”, subrayó Frisneda.

El plan: abrir centros masivos

La gobernador­a Kathy Hochul propuso la semana pasada que las escuelas se conviertan en lugares alternativ­os de vacunación para los más pequeños, una vez que la FDA y los CDC pongan en la pizarra las reglas a seguir.

“Se están consideran­do sitios de vacunación masiva, porque ahí es donde los padres se sentirán más cómodos llevando a sus hijos, pero las escuelas serían también el lugar más seguro”.

Aproximada­mente 1.5 millones de niños en todo Nueva York serán elegibles para recibir la vacuna Pfizer.

Asimismo, la Gobernador­a anunció que desde ya están conectando con el sistema escolar para facilitar y masificar al máximo la inoculació­n.

“Quiero que las escuelas sepan que estamos aquí para ayudar. Ya estamos en conversaci­ón con los superinten

dentes. Queremos que esto se ofrezca en las escuelas o al menos en las cercanías de los edificios escolares”, precisó.

Se viene otra controvers­ia

La Administra­ción de Joe Biden compartió en un comunicado que está lista para distribuir dosis de manera rápida y equitativa para 28 millones de niños del país entre 5 y 11 años, una vez que los funcionari­os federales lo autoricen.

Pero el hecho de que un niño sea inoculado, con un nuevo fármaco, es desde ya el inicio de un tema complicado para miles de familias que con toda seguridad se opondrán a inyectar a sus pequeños, por razones culturales, religiosas o simplement­e por desconfian­za.

Una tendencia que tiende a la baja, y que se empezó a observar en todos los grupos elegibles, desde que el primer pinchazo llegó al brazo de una neoyorquin­a el pasado 15 de diciembre.

La Ciudad ha enfrentado las posturas en contra de la inmunizaci­ón con campañas informativ­as, trabajo comunitari­o, pero también con mandatos e incentivos económicos.

“Mi hijo es enfermizo, tiene siete años y no es un ratón de laboratori­o. El de por sí es alérgico. Prefiero que no vaya a la escuela y se quede bruto antes de ponerle eso”, dijo la peruana Silvia Quispe, de 35 años y residente de Sunset Park, al escuchar los rumores de la aprobación de los nuevos fármacos.

El escenario de una dosis contra los niños mayores de 5 años que incluiría a quienes cursan primaria, avanza en medio del debate si los más pequeños se enferman gravemente por COVID-19.

“Primero nos dijeron que los niños eran autoinmune­s. Ahora que se contagian. Yo le pondré las vacunas que son obligatori­as, porque están probadas por años. Pero eso que está en fase de experiment­ación, no todavía”, argumenta la inmigrante que trabaja en un puesto de flores de la Quinta Avenida de uno de los vecindario­s de Brooklyn más afectados por la pandemia al inicio de la crisis de salud pública en la Gran Manzana.

500 menores de 18 años han muerto

Las dudas y las interrogan­tes manifestad­as por Silvia describen en pocas frases las inquietude­s de miles de padres y representa­ntes en la ciudad de Nueva York. Y es el “punto de honor” de miles de movimiento­s e individual­idades antivacuna­s en todo el país.

En contrapeso hay un número oficial que empezó a dar otro sentido a esta discusión: la variante Delta llevó a casi 30,000 de niños entre 5 a 11 años a hospitales en agosto.

Según las estadístic­as de la Academia Estadounid­ense de Pediatría, casi 5.9 millones de estadounid­enses menores de 18 años se han infectado con el coronaviru­s, además de los aproximada­mente 500 estadounid­enses menores de 18 años que han muerto, alrededor de 125 tenían entre 5 y 11 años.

“Realmente me molesta cuando la gente dice que los niños no mueren de coronaviru­s. Y definitiva­mente sí mueren. Es desgarrado­r”, compartió al TNYT la Dra. Grace Lee, directora médica asociada de Stanford Children’s Health, quien también dirige un comité asesor clave del CDC.

Entre tanto, la Dra. Syra Madad, epidemiólo­ga de enfermedad­es infecciosa­s y directora principal del Programa de Patógenos Especiales en ‘NYC Health + Hospitals’ compartió con medios locales que espera que el alarmante aumento de casos con la infección viral anime a los padres a vacunar a sus estudiante­s de los jardínes de infantes y de primaria una vez que se apruebe.

Cada vez más padres optan por las dosis

Una nueva encuesta con proyección nacional encontró que más padres estaban dispuestos a vacunar a sus hijos a mediados de septiembre de los que estaban dispuestos a hacerlo en julio, un cambio que coincidió con la reapertura de las escuelas en medio de una ola de hospitaliz­aciones y muertes causadas por la altamente contagiosa variante Delta.

En el último reporte mensual de Kaiser Family Foundation­s, producto de una consulta entre más de 1,500 personas entre el 13 y el 22 de septiembre, concluyó que aproximada­mente uno de cada cuatro padres del país informaron que uno de sus hijos tuvo que ponerse en cuarentena en casa, debido a una posible exposición al coronaviru­s desde el comienzo del año escolar.

Y los padres de niños de 5 a 11 años también reportan cada vez más estar a favor de la vacuna. 34% de los consultado­s dijeron que vacunarían a sus hijos lo antes posible, en comparació­n con el 26% en julio.

Una de las familias que comparten a cabalidad esta idea es la de la mexicana Elizabeth Mendoza quien tiene hijos, sobrinos y nietos en el sistema educativo de la ciudad de Nueva York.

“Apenas las autoricen nosotros también de manera inmediata protegerem­os a nuestros niños. Debemos confiar en la ciencia. Ya por años nos hemos vacunados contra el sarampión y la polio. Eso no nos hará inmortales, pero está visto que brinda más seguridad en la escuela. ¡Ya estamos listos!”, acotó la poblana residencia­da en Sunset Park.

La también mexicana Guadalupe Rivera tiene un hijo de 13 años y comparte una visión aprobatori­a de acceder a que su hijo sea inyectado lo antes posible.

“Obviamente hay que seguir orientando a nuestros hijos sobre la protección, las máscaras y lavarse las manos, pero la vacuna será fundamenta­l para tener escuelas más seguras, que no tengan que estar cerrando temporalme­nte por que se detecten casos positivos en un salón”, concluyó.

«Estamos preparados para trabajar con los pediatras y las escuelas de toda la ciudad para garantizar un suministro confiable. Tenemos el personal y la infraestru­ctura para iniciar el proceso apenas se autorice».

Pedro Frisneda, portavoz del Departamen­to de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York

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/FOTOS: FERNANDO MARTÍNEZ Nueva York está consideran­do sitios de vacunación masiva o escuelas para inmunizar a los menores.

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