Pandora papers: ricos que viven en lujo de la miseria mexicana
Yates y jets privados, antigüedades, joyas, mansiones, edificios de lujo en otros lugares del mundo con mejor calidad de vida, lejos de la pobreza, las balaceras, la ley del narco o del más fuerte y la corrupción
La crema y nata de la sociedad mexicana —que incluye a políticos ex gobernadores, senadores, secretarios de Estado, empresarios, socialités, hijos de mandamás y faranduleros como Luis Miguel y Alejandra Guzmán— sacaron millones y millones de pesos desde México, hacia otros destinos lejos de su país mientras éste se desangraba.
Esta conducta de millonarios mexicanos se dio a conocer en un informe publicado el pasado 3 de octubre al que se le conoce como Pandora Papers que puso al descubierto un complejo sistema financiero que podría estar ayudando a evadir impuestos o desviar recursos públicos que debían ser para mejorar la infraestructura de las ciudades, perfeccionar leyes, sistemas de salud, de educación, de seguridad y de justicia.
En cambio, han servido para abrir cuentas bancarias anónimas en lugares fuera de México para comprar yates y jets privados, antigüedades, joyas mansiones, edificios de lujo en otros lugares del mundo con mejor calidad de vida, lejos de la pobreza, las balaceras, la ley del narco o del más fuerte y la corrupción.
O sea, no mejoraron el lugar que los enriqueció, sino todo lo contrario.
Se trata de exgobernadores y sus hijos así como empresarios de entidades golpeadas por el crimen organizado como Chihuahua, Sinaloa, Morelos o Nuevo León, por la inseguridad callejera y los feminicidios como el Estado de México o la capital mexicana así como por los conflictos sociales y la falta de salubridad como Oaxaca .
El sistema para las escaramuzas financieras tienen como base principal el uso de offshore, empresas de papel y fideicomisos para sacar el dinero.
En México lo han utilizado más de 3,000 mexicanos o residentes que participan como dueños o accionistas en 1,241 sociedades anónimas, 600 fideicomisos y 72 fundaciones difíciles de rastrear situadas en 22 jurisdicciones del mundo, según Pandora Papers.
La investigación se basa en más de 11.9 millones de documentos confidenciales de despachos y proveedores de servicios en paraísos fiscales que fueron filtrados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (I CIJ, por sus siglas en inglés).
Los Pandora Papers revelan mucho más que los Panama Papers porque éstos provenían de los archivos de un solo proveedor de servicios offshore: la firma panameña Mossack Fonseca. Los Pandora Papers abarcan más fuentes, desde abogados, intermediarios y brokers que operan en el corazón de la industria offshore.
Entre el lujo y la miseria
En 2008, cuando Francisco Labastida Gómez, hijo del excandidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, se convirtió en director y accionista mayoritario de Fuentes Pyasa Corp, una sociedad anónima creada dos años antes en las Islas Vírgenes Británicas con el propósito de adquirir una embarcación, Sinaloa era un infierno.
Los asesinatos callejeros y violencia desatada tras el asesinato de Édgar Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, líder del cártel de Sinaloa, tenían aterrada a la entidad hasta el punto de la sicosis.
Había enfrentamientos entre bandas y narcomensajes al por mayor en las calles; desde domicilios menos desafortunados, Gómez buscaba su yate con el dinero enviado a la empresa de las Islas Vírgenes. Al final compró una embarcación Azimut M/Y 2006, fabricada por el más grande constructor del mundo de yates, registrada en el puerto de Road Harbour.
El yate de diseño italiano fue bautizado como “Pez Gordo”, según documentos firmados en 2010 por Labastida Gómez y documentado por los Pandora Papers; el pez gordo de Sinaloa era de otro tipo y remató con casi 3,000 muertes violentas en el mismo periodo.