La Santa Cecilia le pone buena cara al mal tiempo
La banda estrena el disco “Quiero verte feliz”
Un disco vitalista, esperanzado y lleno de ilusión en un momento de incertidumbre, tristeza y soledad. Así le ha dado la vuelta la pandemia La Santa Cecilia, que en su nuevo álbum, “Quiero verte feliz”, se sacude el pesimismo y abraza la luz.
“Hay un dicho que dice ‘jodidos pero contentos’”, apuntó, entre risas, la emblemática cantante de la banda, La Marisoul.
“Y hay veces que estás tan jodido que hasta te da risa. Dices: ‘Ya la cosa no se puede poner peor...’. Entonces haces de lo malo algo bueno. Para nosotros fue así. Dijimos: ‘No sabemos cuándo vamos a salir de esta pandemia y estar en los escenarios, pero mientras vamos a cocinarles una música que la van a sentir’”, añadió.
Referencia ineludible de la escena latina de Los Ángeles desde hace más de una década, La Santa Cecilia continúa presumiendo de exuberancia musical en “Quiero verte feliz”.
Cumbia, reggae y son jarocho se entrelazan con aires pop y rock en este breve disco de ocho canciones que se lanzó el viernes y que amplía aún más la paleta de este veterano grupo conocido por sus ritmos mestizos y su sonido multicultural.
“Quiero verte feliz”, uno de los singles de este nuevo disco lanza un elogio al carpe diem: “Quiero bailar, quiero echarme a reír, y no pedir disculpas. Ya estuvo bien de tanto sufrir”.
También hay defensas de la honestidad y la valentía frente a los criticones como “Estrellita” o alegatos de pasión romántica como “Ella
me enamoró”.
El disco cuenta además con invitados de renombre como Lila Downs, Juanes o Luis Enrique.
“Somos fans de ellos. Son artistas auténticos, originales, hacen música a su manera. Son músicos que admiramos y por los que sentimos alguna conexión”, explicó La Marisoul.
“Quiero verte feliz” será la excusa ideal para que La Santa Cecilia se vuelvan a echar a la carretera, el lugar en el que se sienten más cómodos y que más han extrañado durante todos estos meses.
La gira pasará por México y Estados Unidos con conciertos de aquí a final de año en ciudades como Guadalajara, Ciudad de México, Nueva York, Los Ángeles, Chicago o Seattle.
“Hay un chingo de miedo, hay un chingo de ilusión, hay un chingo de nervios”, dijo La Marisoul ante su reencuentro con el público.
“Pero tengo un chingo de ganas. La banda tiene un montón de deseo de compartir y de darse al público. No hay nada más hermoso que un show en vivo donde la gente está sudando, bailando, siendo feliz, llorando, sacando sus energías... La música es una herramienta mágica para sanar y muchos estamos ansiosos de sanarnos y de apapacharnos el uno al otro con la música”, cerró.