Un aficionado impide posible gol de Messi
El argentino tuvo que parar una jugada de peligro por una invasión a la cancha
El primer ‘clásico’ de Lionel Messi como jugador de París Saint-Germain ante Olympique de Marsella, por la Ligue 1 de Francia, había generado una alta expectativa a nivel mundial.
El resultado terminó en empate sin goles, pero la noticia fue la invasión al campo de juego de un fanático del Olympique de Marsella con la intención de frenar un contraataque prometedor de Messi.
Iban 27 minutos de la segunda etapa y un avance peligroso de Leo fue interrumpido por la invasión del intruso, quien lo bloqueó y apoyó su mano en el cuello con el fin de abrazarlo, pero rápidamente fue controlado por los hombres de seguridad del estadio.
El PSG avanzaba en ventaja en la jugada, con la defensa marsellesa descolocada y dejando espacios, mientras que Messi ya había hecho su típico recorte hacia el centro de la cancha, bien para pegarle con la zurda o filtrar el balón a la incursión que hacía al área Kylian Mbappé.
Intensidad de ‘clásico’
El partido fue jugado con mucha energía. PSG alineó con Messi, Ángel di María, Neymar Jr. y Kylian Mbappé en la delantera, pero Marsella cortó los circuitos de juego.
En cuanto al número de remates, el local se impuso 15 a 10, aunque en eficacia estuvieron lejos ambos equipos, pues solo uno de los 15 remates del Olympique de Marsella fue hacia el arco defendido por Keylor Navas, mientras que apenas cuatro de los 10 de los visitantes fueron en dirección a la valla defendida por Pau López.
Desde las tribunas, eso sí, el partido se jugó con tensión desde el principio. Varias veces el encuentro debió ser parado porque tiraban proyectiles desde las gradas.
Un público difícil
No es sorpresiva la peligrosidad que pueden generar los hinchas en Francia. El antecedente se remonta a los incidentes entre seguidores de Niza y futbolistas del mismo Olympique de Marsella, que tuvo al técnico argentino Jorge Sampaoli como uno de los involucrados.
Una vergonzosa situación de violencia se vivió el 23 de agosto pasado en el partido que disputaban Niza y OM, que determinó la suspensión del encuentro que cerraba la tercera fecha de la Ligue 1.
Con el duelo 1-0 en favor de los locales, el juez del encuentro, Benoit Bastien, había decidido dar por finalizado el juego tras los incidentes entre futbolistas del visitante con hinchas del Niza detrás de uno de los arcos.
Todo comenzó cuando promediaban los 29 minutos de la segunda parte. En un tiro de esquina a favor del Olympique, el futbolista Dimitri Payet se dirigió a cobrar un córner, pero desde la tribuna comenzaron a volar varios objetos, algo que ya venía sucediendo desde minutos atrás.
El atacante francés, enojado con la situación y por haber recibido un proyectil en la espalda, reaccionó frente a esto y les devolvió un botellazo a los fanáticos y a partir de allí se desató la locura, con invasión de fanáticos al terreno de juego para agredir a los jugadores del OM, que respondieron de la misma manera, incluido el técnico Sampaoli.
Con información de ‘La Nación’.