¿QUÉ PASA EN LAS UNIVERSIDADES?
Perdí un concurso de oposición en la UNAM contra Adolfo Gilly porque él era líder latinoamericano, no obstante que él no cumplía con los requisitos, el puesto requería doctorado y él carecía de licenciatura, además que la guerrilla guatemalteca le tenía prohibido entrar al país.
Siendo funcionario de la UNAM llamé a otro funcionario porque un tío mío no podía venderle a la universidad porque su competencia se mochaba.
Siendo funcionario de la UdG en Los Ángeles fui invitado a una fiesta en Hollywood para la premier de una película de Diego Luna, cuando pregunté quién pagaba la fiesta me dijeron que de mi presupuesto. ¿Qué hace una universidad pagando fiestas? Sobra decir que ni Luna agradeció, ni había la menor traza pública de la generosidad de la universidad.
Siendo profesor en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo me mandó llamar el cacique para que ayudara a su hermano para ganar la elección en Tulancingo, me hicieron ver que la aceptación o negación tendría consecuencias. Renuncié a la universidad el día que una alumna reprobada, con el apoyo del director del instituto me acusó de acoso sexual, todas las instancias políticas me sugirieron que no procediera legalmente contra la alumna y el funcionario.
En una comida en Chihuahua con altos funcionarios del gobierno me presentaron al futuro rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, y si fue.
Siendo funcionario de la UNAM ayude a organizar una cumbre de rectores para frenar la intención del secretario de Educación para fiscalizar las finanzas aduciendo la autonomía universitaria, perdieron el secretario cuya iniciativa no prosperó y el rector que no se pudo reelegir por acción del secretario.
La sucesión rectoral en la UNAM la controla la junta de gobierno que es un instrumento de equilibrio entre fuerzas políticas, pero en los 25 años de control del grupo médico, la junta se someterá a la visión de ese grupo, o a su cabeza visible que hoy es embajador ante la ONU.
La UNAM decidió crecer en el mundo, sostiene oficinas en varios países como China y en varias ciudades de Estados Unidos, y los directores no son necesariamente luminarias científicas. Se cobija a un ex procurador en Seattle (desde 2009), al hijo del mentor de los médicos en Chicago (desde 2009), al yerno de un ex presidente de la Suprema Corte de Justicia que tuvo que salir del país ante un desfalco hacendario. Esos plazos son contrarios al estatuto universitario.
La práctica de eternización se extiende hasta el sindicato administrativo (STUNAM) cuyo secretario general lleva más de 30 años en el puesto.
Criticar a las universidades no es un ataque ni al orgullo nacional ni a la autonomía, mucho menos consiste en negar a los científicos y académicos que realizan actividades de alta calidad, pero no deben resguardarse en la buena reputación de los que trabajan los facinerosos, las mafias, y los grupúsculos que se apoderan de la administración determinando políticas de docencia e investigación y que muchas veces realizan manejos obscuros con el dinero.