Galletas centenarias
Por su dulzura y versatilidad, las Marías son populares en todas partes del mundo,
Teresa Rodríguez
Molidas para formar la corteza de infinidad de tartas; en capas, dando estructura a carlotas de limón; untadas con mermelada, para calmar un pequeño antojo dulce y goloso... las galletas Marías se han probado más que versátiles. Ahí está la razón de su longevidad.
El origen de las galletas María se sitúa a finales del siglo XIX en Reino Unido, Londres. James Peek y George Hender Frean, maestros reposteros, eran propietarios de la célebre Peek, Frean & Co. Buscaban innovar e impusieron otro reto. Estos reposteros deseaban crear una galleta distinta a las que se elaboraban por aquél entonces y se servían con el té.
La ocasión perfecta fue una boda Real. La del príncipe Alfred, duque de Edimburgo (cuarto hijo de Alberto de Sajonia y la reina Victoria ) y María Alexandrovna. El enlace se celebró en enero de 1874 en el palacio de Invierno de San Petersburgo. Fue un acto social que marcó el inicio del nuevo año. De esta forma, los reposteros Peek y Frean decidieron honrar la llegada de María Alexandrovna de Rusia a la Familia Real Británica. ¿De qué forma? Ya te lo imaginarás: creando la Marie biscuit.
Sin embargo, no se imaginaban el éxito que tendría su creación repostera.De acuerdo a la Federación Española de la Nutrición, la galleta María se hizo popular en toda Europa, y especialmente en España, donde tras la Guerra Civil se convirtió en un símbolo de la recuperación económica al producirse masivamente para consumir los excedentes de trigo.
De este modo, las galletas se convirtieron rápidamente en un producto conocido a nivel mundial, llegando a México y el resto de Latinoamérica, donde son parte de las cocinas de casi todas las familias.
A continuación, un par de recetas que tienen como base a la popular galleta.