VENTAJA PARA LOS REPUBLICANOS
La visión que nos pinta la prensa es apocalíptica. Los demócratas sufrieron una formidable derrota en las elecciones del pasado martes 02 de noviembre, dicen la mayoría de los medios de comunicación. Hubo dos contiendas importantes ese día, la primera la gubernatura de Virginia; la segunda la gubernatura de Nueva Jersey.
En la primera el republicano Glenn Youngkin venció al demócrata Terry McAuliffe; en la segunda el demócrata Phil Murphy derrotó al republicano Jack Ciattarelli.
Sin embargo, los demócratas, pero sobretodo las minorías, alcanzaron sonados éxitos como la elección del afroamericano Eric Adams en la contienda por la alcaldía de Nueva York; o el triunfo de la demócrata Michelle Wu en la elección por la alcaldía de Boston.
En números fríos y de manera general es acertado decir que esta elección favoreció a los republicanos, y que los demócratas tienen mucho de que preocuparse porque podría ser apenas una muestra de la “ola roja” que muchos predicen va a ocurrir en las elecciones de medio término de 2022. Sin embargo tampoco es el fin del mundo para el Partido Demócrata.
Los republicanos no tienen en la actualidad una agenda ideológica, su éxito se basa simplemente en explotar el miedo de su base y de los votantes blancos; los demócratas por su parte carecen de uniformidad de pensamiento, hay demasiadas vertientes ideológicas, y les cuesta ponerse de acuerdo.
Además de lo ideológico,
Biden y los demócratas tienen un problema grave, esto es la creciente inflación que está erosionando el bolsillo de los estadounidenses.
Hasta aquí las malas noticias. Una “ola roja” que le conceda sendas mayorías a los republicanos en ambas cámaras del Congreso en el 2022 parece un escenario posible.
La buena noticia es que la administración de Biden ha mostrado alta eficiencia y agilidad en el manejo de la economía y de la pandemia -dos de los temas más importantes para los votantes del país - y todavía tiene un año para enderezar el rumbo en aquellos temas en los que los votantes no están muy satisfechos. ay dos aspectos en los que deben actuar a la brevedad posible. El primero es asumir una posición mas firme y tomar decisiones políticas extremas. La democracia y el derecho al voto están en juego. De no hacerlo, los republicanos seguirán utilizando mecanismos legales pero poco democráticos para suprimir el voto de las minorías y de quienes favorecen la causa demócrata.
La otra área en la que deben trabajar es el mercadeo. Los demócratas necesitan un liderazgo que sea capaz de enviar un mensaje claro y uniforme a sus votantes y los independientes.
Al día de hoy, los republicanos con la complicidad de los medios de comunicación, están manejando la retórica política a su antojo. Sin una respuesta consecuente de parte del partido de gobierno, la ola roja podría ser una realidad inevitable.•
H