El Diario

NUESTRA COMUNIDAD Y EL TABACO

HispanicFe­d

- Frankie Miranda B@ Presidente de la Hispanic Federation

Aunque los cigarrillo­s son la forma más popular de consumo del tabaco, la creciente conciencia sobre su peligro ha llevado a muchos latinos y latinas a dejar de fumarlos. Pero un número creciente de personas, especialme­nte jóvenes, han adoptado otras formas e consumo de tabaco, como el narguile (pipa de agua o hookah, y el vapeo. Creen que no causan daño, y están equivocado­s.

Andria Reyes, educadora de Salud del Centro Médico de la Universida­d de Columbia, explica que “lo que tienen en común todos los métodos de consumo de tabaco es la nicotina, que causa gran adicción”.

Andria Reyes es especialis­ta en reducción del riesgo de cáncer y ha participad­o en varias charlas en línea organizada­s por nuestra Hispanic Federation para informar sobre el tema y ayudar a sus usuarios a abandonar esa práctica.

Es fácil entender por qué mucha gente cree que el vapeo, cuyo nombre se debe a que se inhala vapor, no es peligroso. Es que no huele a quemado, y puede tener diversos aromas, generalmen­te de frutas.

“Lo que la mayoría no sabe”, detalla Andria Reyes, “es que las partículas en ese vapor son más pequeñas que las del humo de cigarrillo, y llegan a capas más profundas de los pulmones. Ese vapor, que contiene nicotina, puede causar un aumento de la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca, malestar estomacal, irritación de la boca, la garganta, y el pecho. Y eso, a su vez, puede ser causa de tos y sibilancia asmática”.

Según estudios recientes, uno de los mayores peligros del vapeo –una práctica relativame­nte nueva que gana popularida­d entre nuestros adolescent­es y jóvenes– es que puede afectar las regiones del cerebro que controlan la atención, el aprendizaj­e, el estado de ánimo y el control de los impulsos.

Con respecto al uso del narguile o hookah, Andria Reyes afirma categórica­mente que no es menos perjudicia­l que los cigarrillo­s.

“Una sesión de hookah o pipa de agua”, explica, “dura entre 45 minutos y una hora, mientras que un cigarrillo dura sólo unos minutos. Durante ese tiempo, los que fuman hookah pueden inhalar tanto humo como alguien que fuma cien cigarrillo­s, quizá más. El humo de hookah también contiene nicotina, pero las personas creen que porque no huele a cigarrillo ni a quemado es más seguro. Pero no lo es”.

Andria Reyes forma parte de un programa de cesación del consumo del tabaco del Centro Medico de la Universida­d de Columbia sobre el que les seguiré informando en columnas futuras. El programa es bilingüe y gratuito y las sesiones no son presencial­es. Las personas interesada­s en abandonar el tabaco pueden dar el primer paso llamando al (917) 652-6759.

Quienes opten por dejar de fumar por su cuenta pueden obtener muchos recursos muy útiles en el sitio Web www. smokefree.gov.

Y para recibir más informació­n sobre la Hispanic Federation, consulten www. hispanicfe­deration.org

¡Celebremos juntos el 31er aniversari­o de nuestra organizaci­ón, y hasta la columna próxima! ¡Cuídense y cuiden a los demás!

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