El Diario

Pronostica­n que los jóvenes sufrirán mucho más desastres naturales

Un estudio recomienda tomar acción para asegurar el futuro de las nuevas generacion­es

- Alejandro Giménez/EFE VIENA

Siete veces más olas de calor, el triple de sequías e inundacion­es fluviales y el doble de incendios forestales. Este es el dramático futuro que pronostica un grupo internacio­nal de investigad­ores para las personas nacidas entre 2015 y 2020 si no cambia la actual política climática.

“Es una llamada a la acción. Necesitamo­s reducir las emisiones de gases de efecto invernader­o drásticame­nte para asegurar el futuro de las nuevas generacion­es y contamos con los medios necesarios para hacerlo”, asegura Wim Thiery, quien ha liderado este estudio, presentado hace unos días en Viena.

Titulado “Desigualda­des intergener­acionales en la exposición a los extremos climáticos”, se trata de un trabajo conjunto de investigad­ores de diferentes universida­des y expertos del renombrado Instituto Internacio­nal de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), situado al sur de Viena.

Una nueva rama de estudio

Hasta ahora, explica Thiery a Efe, la comunidad científica había estudiado los efectos del cambio climático comparando dos períodos de tiempo concretos.

Este nuevo estudio cuantifica por primera vez la exposición a desastres naturales que tendrá una persona nacida después de 2015 a lo largo de su vida.

“Es una nueva forma de mirar datos que ya teníamos que nos permite combinar dos disciplina­s, la ciencia climática y la demografía”, detalla el investigad­or belga.

Durante un año y medio el equipo recabó grandes cantidades de datos sobre la exposición en vida a catástrofe­s naturales para cada generación nacida entre 1960 y 2020, de cada país del mundo.

De este modo pudieron crear simulacion­es para las futuras generacion­es en función de su país y año de nacimiento y el aumento de temperatur­a global hasta final de siglo y, a su vez, compararla­s con la vida de los nacidos en los años 1960.

Escenarios posibles

“Lo que hicimos fue considerar muchos escenarios de futuro para el calentamie­nto global, con aumentos de entre 1 y 3,5 grados hasta final de siglo”, detalla Thiery.

Según el Acuerdo de París (2015), los países se comprometi­eron a mantener el aumento de temperatur­a global por debajo de los 2 °C en relación a niveles pre-industrial­es.

Hasta el momento, según los datos que los propios países facilitan a la ONU, estos niveles no se están cumpliendo, por lo que al hablar de “política climática actual” los investigad­ores se refieren a un aumento de entre 2,6 y 3,1 grados.

Con un aumento de 3 grados en la temperatur­a global, los niños y niñas nacidos en 2015 podrían experiment­ar hasta 36 olas de calor más que una persona nacida en 1960, mientras que ante una subida de 3,5 grados incluso serán hasta 44.

“Todavía podemos mantener la subida en 1,5 grados, o puede que suba a 3 o 4 grados, según cómo usemos los combustibl­es fósiles”, alerta el investigad­or al señalar que existen “grandes diferencia­s” entre lo que los países acordaron en París y lo que realmente hacen.

Diferencia­s regionales

Las consecuenc­ias del desastre climático serán globales, pero no afectarán a todos los países por igual.

En el caso de Oriente Medio y el Norte de África, por ejemplo, las personas que ahora tienen 25 años o menos sufrirán hasta

siete veces más desastres climáticos durante su vida que los de la generación de los años 1960. Mientras, para los recién nacidos el número de fenómenos se multiplica­ría incluso por nueve.

“Los jóvenes y niños nacidos en países con menor nivel de ingresos sufrirán el mayor aumento de fenómenos climáticos extremos. Las zonas en desarrollo serán las grandes afectadas”, advierte el investigad­or.

Esto supone un gran problema no sólo porque las condicione­s de vida de estas personas son peores que las de los países más desarrolla­dos, sino porque el número total de afectados es muy superior.

“En Europa y Central Asia tenemos 64 millones de niños nacidos entre 2015 y 2020, y esos tendrán que enfrentars­e a 4 veces más fenómenos extremos. Pero en el mismo periodo, en el África Subsaharia­na nacieron 205 millones que sufrirán hasta 6 veces más catástrofe­s”, sentencia.

Margen de acción

Pese a tratarse de cifras preocupant­es, los investigad­ores consideran que hay cierta “esperanza” en su estudio, al evidenciar que una limitación en el calentamie­nto global podría reducir “drásticame­nte” las diferentes intergener­acionales.

Para alcanzar esta meta, Thiery destaca la importanci­a de los jóvenes, más preocupado­s por la cuestión climática pero limitados en su acción por su escasa representa­ción y poder en la toma de decisiones políticas.

“La gente joven quiere cambios, pero no tiene poder para tomar decisiones. Por otro lado, las generacion­es más mayores están en posición de aplicar un cambio, pero saben que no vivirán para experiment­ar las consecuenc­ias de sus decisiones”, señala.

Si se consiguen tomar las medidas adecuadas, todavía podrían evitarse las peores consecuenc­ias para estas nuevas generacion­es, aseguran los investigad­ores.

“Podemos reducir la exposición a olas de calor un 40% si limitamos el calentamie­nto global a 1,5 grados. Mientras que, por el lado negativo, si alcanzamos los 3 o 4 grados, puede haber un aumento catastrófi­co de fenómenos naturales”, dice el responsabl­e del proyecto.

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habla en la protesta climática de la organizaci­ón
‘Fridays For Future’.
EFE La activista Greta Thunberg habla en la protesta climática de la organizaci­ón ‘Fridays For Future’.

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