Protección
Nuestras democracias no han sabido adaptarse al clima de los tiempos. Es decir, a la crisis de la naturaleza y la crisis climática. Escribir sobre el Acuerdo de Escazú (Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe) es algo no hago a la ligera y que asumo con gran responsabilidad y cuidado. Primero por haber participado en rondas para su negociación, incluso presentando observaciones escritas sobre el texto, segundo porque aun compartiendo con muchas de sus virtudes, mantengo reservas sobre su idoneidad, Más aún por el respeto y admiración que siento muchos colegas que han trabajado arduamente para hacer este acuerdo una realidad.
El acuerdo de Escazú surge de la asimetría entre intereses económicos y ambientales en nuestra región y la demanda social al respecto. Es decir, de la conflictividad socio ambiental. De las fallas en la gobernanza y el proceso de toma de decisiones, sobre los recursos naturales de los países de la región, así como sobre la distribución equitativa de los beneficios que se derivan de ellos. La conflictividad socioambiental es además una de las causas estructurales de la violencia contra los defensores de derechos ambientales, por ello América Latina continúa siendo la región más peligrosa para aquellos que defienden estos derechos. scazú no es el problema, el problema es que en un momento donde todos tendríamos que ser defensores de los derechos ambien
Los países deben abordar las fallas estructurales a que la sociedad exige solución.
Etales, nuestras democracias no han sabido dar respuesta a una problemática estructural cuya respuesta no necesariamente está en Escazú. orresponde entonces, desmitificar el Acuerdo. Impulsado en 2012 por 10 países y la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), Escazú construye sobre el Convenio Aarhus en base al principio 10 de la Declaración de Río 1992. Escazú busca garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe los derechos de acceso.
El Acuerdo, además de las capacidades de los países, aborda cuatro (4) temas centrales: 1) el acceso a la información ambiental, 2) la participación pública en la toma de decisiones ambientales 3) el acceso a la justicia en asuntos ambientales y 4) la protección de las personas defensoras del derecho a vivir en un medio ambiente sano.
En estos temas, podría decirse que Escazú es un piso, mas no puede ser una camisa de fuerza.
En América Latina siempre hay un trasfondo o historia detrás que comprender. La realidad es que sino la comprendemos tampoco entenderemos porque Escazú no es el problema, pero tampoco la panacea. En la región, el Acceso a la información y la participación en asuntos ambientales, se impulsan a partir de la jurisprudencia del sistema inte
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