Pulserapolémica llega a la WTA
El dispositivo que mide hasta el sueño de los atletas ya fue vetado en la NBA
Un dispositivo que en su momento fue vetado por la NBA es ahora una tecnología oficial de la WTA. Y como ya sucede con otros deportes, los datos físicos y de rendimiento de las tenistas podrían ser incorporados a las transmisiones televisivas como atractivo extra para los fanáticos.
Los atletas profesionales, con sus latidos de corazón, frecuencia respiratoria y patrones de sueños seguidos al detalle, podrían compartir algunas de esas métricas personalizadas con los seguidores de las competencias.
La WTA anunció un acuerdo con ‘Whoop’ como ‘wearable oficial de fitness’ del circuito femenino profesional de tenis. Ese tipo de tecnología, definida como la tecnología que podemos vestir o llevar puesta, ‘Whoop’ la aplica desde 2012 como una pulsera que monitorea la calidad de sueño de quienes la utilizan.
Aunque sigue teniendo esa prestación para ser ubicada en la muñeca del deportista, ‘Whoop’ se transformó en un sensor que puede ser incorporado a cualquier prenda del atleta y sus funcionalidad ahora exceden la medición del sueño: puede medir lo que sea.
La compañía ya tiene convenios con PGA Tour, LPGA Tour y Nascar con la finalidad de proporcionar datos de salud y de rendimiento de los atletas.
La versión 4.0 de ‘Whopp’, que también utilizan medallistas olímpicos como Michael Phelps, la golfista Nelly Korda, el clavadista Tom Daley y la velocista Gabby Thomas, además de aumentar sus capacidad de medición, permite la interconexión de la pulsera con otras plataformas y la transmisión de esos datos para ser incorporados en vivo durante los eventos deportivos.
LeBron James la impulsó en 2016
En 2016, el uso de este dispositivo despertó debates en la NBA, en la época en la que LeBron James jugaba su segunda etapa con los Cavaliers de Cleveland.
Como inversor inicial de la compañía, James apareció en algunos comerciales de televisión luciendo la pulsera, pero fue su compañero de entonces, Matthew Dellavedova, quien la utilizó en 15 partidos hasta que la liga ordenó que no la usara más. Por entonces el uso de los ‘wearables’ estaba prohibido en la NBA, NHL y NFL.
Nick Watney, golfista del PGA Tour, es otro usuario de alto perfil del dispositivo. Su historia representa un ‘caso de éxito’: en junio 2020 su pulsera detectó cambios en su modo de respirar mientras dormía la noche antes de jugar la segunda ronda del Hilton Head. Pidió ser testeado y dio positivo por COVID-19. Lo curioso es que había sido controlado antes del comienzo del campeonato.
‘Whoop’ luego perfeccionó su algoritmo durante la pandemia y ofreció datos reveladores de una investigación: el 80 por ciento de los usuarios de la pulsera que transitaron la enfermedad, tuvieron cambios en su respiración hasta dos días antes de mostrar síntomas de contagio.
Derecho deportivo y privacidad
La captura de datos personales de los atletas y, sobre todo, el modo de usarlos, abre un nuevo debate en el derecho