MARIHUANA: A VER SI AHORA SÍ
SinEmbargoMx
El líder de la mayoría en el Senado mexicano, Ricardo Monreal, anunció esta semana un pacto entre los diferentes grupos parlamentarios para que en este período de sesiones se discuta, entre otros temas prioritarios, la Ley Federal para la Regulación del Cannabis, empantanada al final de la anterior legislatura, lo que llevó a la Suprema Corte de Justicia a hacer la Declaratoria General de Inconstitucionalidad de los artículos de la Ley General de Salud que prohíben de manera absoluta el consumo de marihuana a las personas adultas, con base en el derecho constitucional al libre desarrollo de la personalidad.
La falta de acuerdo entre las dos cámaras del Congreso de la Unión sobre las características de la necesaria regulación del cannabis llevó al incumplimiento de la instrucción judicial para que se legislara el uso de cannabis de manera que los adultos que lo deseen tengan acceso seguro para su consumo, después de que en febrero de 2019 la Suprema Corte emitiera una jurisprudencia al respecto.
La minuta que envió el Senado a la Cámara de Diputados era un proyecto abigarrado, con excesos regulatorios, pero los cambios hechos en la cámara revisora no lo mejoraron e incluso lo empeoraban con la inclusión nuevos delitos relativos a la mariguana. El resultado fue un engendro nonato.
Así, las personas que decidan consumir siguen sin poder acceder legalmente a la sustancia, por las omisiones de la autoridad administrativa y por la morosidad legislativa para construir un marco regulatorio claro. La inercia prohibicionista sigue impidiendo revertir el despropósito de una política fallida, que no ha tenido más que resultados negativos, pues nunca ha dejado de haber marihuana disponible en el mercado.
Quienes, como el senador Demián Zepeda, se siguen oponiendo a la regulación porque, según ellos, el consumo se dispararía y la marihuana estaría al alcance de los niños no parecen entender que los traficantes que hoy controlan el mercado no tienen ningún escrúpulo para venderla.
La regulación urgente del cannabis, como primer paso para desmontar el contraproducente prohibicionismo con el que se ha enfrentado de manera fallida desde el Estado al consumo de sustancias psicoactivas, debe poner en el centro la protección de los derechos de los consumidores: su derecho a la salud y su derecho al libre desarrollo de la personalidad. Al mismo tiempo, debe generar mecanismos de reducción de daños y de prevención del consumo de menores. También debe garantizar que los beneficiarios del mercado regulado sean los productores tradicionales que hasta ahora han sufrido bajo el yugo del narco y por la persecución estatal, que destruye sembradíos, los extorsiona y los encarcela.
Una regulación eficaz debe comenzar por la despenalización. La regulación necesaria debe ser clara y debe garantizar tanto el autocultivo legal como la existencia de un mercado seguro, que permita el aprovisionamiento a los consumidores adultos,