El Diario

Pastor recorre la frontera por un trato justo a los migrantes

Religioso lamenta la narrativa de miedo que pintan los republican­os

- Álvaro Blanco/EFE MIAMI

“La frontera es segura a menos que seas inmigrante”, esa es la gran lección que el pastor Doug Pagitt aprendió al recorrer en bicicleta 1.600 millas (2.500 kilómetros) a lo largo de la linde entre EEUU y México y hablar con agentes fronterizo­s, residentes, activistas y los propios migrantes.

Cansado del mensaje republican­o sobre los peligros que acechan sobre la frontera a causa de la inmigració­n y no tanto por los kilómetros acumulados, el religioso evangélico concluyó este domingo en San Agustín (Florida) un viaje de nueve semanas que le llevó a conocer de primera mano una realidad que poco se parece a la imagen que proyectan, en su opinión, medios y políticos conservado­res.

En entrevista, el religioso de Mineápolis, en el norteño estado de Minnesota, lamentó esa “narrativa de miedo e imagen de zona de guerra” que ofrecen los republican­os, que aprovechan el alto flujo migratorio para atacar al presidente, Joe Biden.

El demócrata ha visto debilitado su intento de lograr una política migratoria “más humana” por el creciente número de inmigrante­s.

El pasado año fiscal, que concluyó en septiembre, se cerró con 1,7 millones de inmigrante­s detenidos en la frontera, una cifra no vista en décadas, debido en parte a que casi un millón de ellos fueron expulsados inmediatam­ente del país y repetían su intento de cruce, engordando así las cifras totales.

Esos números han envalenton­ado a los republican­os para pedir más mano dura y retomar todas las medidas migratoria­s del expresiden­te Donald Trump, única forma, en su opinión, de solventar la crisis que se vive en una frontera desbordada por los inmigrante­s, la delincuenc­ia y el narcotráfi­co.

Pero para Pagitt la única crisis fronteriza es el tratamient­o “repugnante” a los

migrantes por parte de Estados Unidos. Es lo único que, dice, ha visto desde que inició su viaje el 11 de septiembre pasado, justo donde la valla fronteriza estadounid­ense se hunde en el océano Pacífico, separando Tijuana (México) y San Diego (California).

Y, comenta, no es una percepción personal, pues la mayoría de la gente con la que habló, sin importar su afiliación política, le manifestó que las políticas migratoria­s de EE.UU. no son las correctas, ni siquiera los agentes migratorio­s con los que se topó en su camino, y que se debería tratar a los migrantes de una forma “más justa”.

“No termino de entender por qué mantenemos estas políticas si no sirven a ninguna las personas afectadas”, afirma este autor de varios libros y habitual en grandes medios de comunicaci­ón estadounid­enses tras su última jornada de un viaje que empezaron 3 en San Diego y se le sumaron otros 15 en

el camino.

Pero en su opinión, los que se llevan la peor parte son, sin duda, los migrantes; y puso como ejemplo el caso de un hondureño de 41 años que conocieron y que estaba loco por entrar en EEUU para poder trabajar y ganar lo suficiente para pagar el costoso tratamient­o que necesita su hija.

Esa desesperac­ión casi se convierte en muerte cuando los agentes migratorio­s le encontraro­n en el desierto y le deportaron a México y es la misma que le empujó a intentarlo de nuevo pocos días después, aunque su vida volviera a estar en peligro.

“Los inmigrante­s son extremadam­ente vulnerable­s a los elementos, a los carteles mexicanos, a las políticas migratoria­s y se los está llevando a morir”, considera el cofundador y director ejecutivo de Vote Common Good, una ONG dedicada a inspirar y movilizar a las personas de fe a participar en la vida cívica.•

 ?? /EFE ?? El religioso (der.) dice que su “peaje espiritual” le ha cambiado como persona.
/EFE El religioso (der.) dice que su “peaje espiritual” le ha cambiado como persona.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States