PÉRDIDA PARA EL VOTANTE LATINO
La comunidad latina fue la de mayor crecimiento en los últimos 10 años pero esa presencia está siendo diluida a través del proceso de redistribución al quitarle el poder político que merece según sus cifras de población.
Cada 10 años después de realizarse el censo nacional se usan esas cifras para actualizar el destino de miles de millones de dólares anuales de ayuda del gobierno federal y redistribuir el poder político a través de nuevos distritos de manera que los cambios demográficos queden reflejados en la nueva estructura de poder. Así debería ser, pero no lo es.
A lo largo del país se están diseñando mapas políticos que lejos de mostrar un creciente protagonismo de los latinos, están siendo manipulados para precisamente hacer los contrario.
El caso de Texas es el más grave. Entre 2010 y 2020, los latinos representaron la mitad del crecimiento de la población en el estado de 4 millones de personas, que le hizo ganar dos escaños en el Congreso como resultado de su crecimiento demográfico. Las cifras permiten la creación de hasta cuatro distritos de mayoría latina, según el Fondo Mexicoamericano de Defensa Legal y Educación (MALDEF), pero lo único que la legislatura republicana hizo fue debilitar el voto latino con las nuevas fronteras electorales.
En California también los latinos salen perdedores en el mapa recientemente a cargo de marcar los nuevos distritos. El distrito de congresista demócrata Luccille Royball Allard desaparece en el área de Downey y el sur de Los Ángeles.
Había que eliminar un distrito en la Cámara de Representantes por la pérdida de población iniciada por el censo. Se decidió anular uno de mayoría latina a pesar de que en California nuestra comunidad fue la de mayor crecimiento con 6%. Parece que la recompensa de haber sumado 1.6 millones de latinos a la población conduce a una menor representación. Según MALDEF, en el Estado Dorado se marcaron 13 distritos de mayoría latina en edad de votar cuando debieron ser 16.
En algunos casos se amontona a los latinos en un solo distrito rodeado de otros de mayoría blanca en vez de repartirlos para que su poder político sea más amplio, en otros estados -como en California- se combinan dos distrito demócratas bajo uno convenientemente diseñado para el titular anglo dejando en desventaja de competencia al latino que perdió su distrito.
El poder político latino es una fuerza joven y dinámica en un sociedad que va cambiando demográficamente de una manera orgánica impulsado más por nacimiento que inmigración.
La demarcación de distritos amañada para privar a los latinos de protagonismo es un acción desesperada que no hace más que retrasar lo inevitable aferrándose al pasado que perjudica el progreso de Estados Unidos.•
sellar y reservar. Saltear las verduras. Agregar los hongos y el caldo de pollo. Reducir durante dos minutos. En un plato hondo, servir lo del sartén y mezclar con pan y hierbas. Dejar enfriar.
Pavo: Descongelar el pavo en el refrigerador por 24 a 48 horas, empacado y sumergiéndolo en agua fresca. Calentar 2 litros de agua en una olla grande y añadir el azúcar y la sal; disolver y dejar enfriar. Incorporar 2 litros de agua con hielo, el limón y las especias indicadas. Ya sin empaque, sumergir el pavo en el brine (salmuera) por 6 horas para un pavo de 4 a 5 kilos y 1 hora más por kilo adicional de peso. Precalentar el horno a 450 grados farenheit.
Transcurrido el tiempo del pavo del brine, retirarlo, escurrir y dejar secar bien; amarrar las patas y las alas, y si es posible dejarlo airear un poco a que se medio seque la piel. Colocar en charola con parrilla en el fondo, untar con la grasa y agregar el relleno. Meter a hornear destapado de 20 a 30 minutos a que se dore la piel; bajar la temperatura a 300 grados farenheit y hornear tapado con papel aluminio a una temperatura interna de 170 grados farenheit u 80 grados centígrados (usar termómetro de cocina especial para insertar en carnes). Cuando alcance la temperatura interna, retirar del calor y dejar reposar 20 minutos tapado; rebanar y servir.