El Diario

El Estado autoriza las visitas sin restriccio­nes a los asilos de ancianos

- Fernando Martínez @fermartine­zm

Aunque se permitirán visitas ilimitadas a estos centros, independie­ntemente del estatus de vacunación, las autoridade­s de Salud de NY siguen promoviend­o la inmunizaci­ón

Una grata sorpresa recibió ayer el dominicano Héctor de Jesús cuando fue al centro de cuidados de ancianos Isabella, en el Alto Manhattan, a llevar comida a su primo quien ha estado interno durante todos los meses de la pandemia. Esta vez, sin cita previa, le informaron que podía visitar y abrazar a su familiar.

“Qué bueno que ahora que viene la Navidad permitan que los podamos visitar en los horarios regulares y sin muchas reglas. Esta gente ha sufrido mucha soledad y tristeza. Nosotros duramos meses sin verlo cuando cerraron todo por la pandemia”, reaccionó el inmigrante.

La buena noticia para Héctor, es extensiva para todos los hogares de ancianos y centros de rehabilita­ción de Nueva York.

Desde esta semana el Departamen­to de Salud del Estado De Nueva York (DOH) adoptó las normas del gobierno federal que elimina todas las restriccio­nes que obligaban a un número limitado de visitantes, programaci­ón de citas y las medidas de cierres cuando un residente daba positivo en COVID-19 en algún centro.

Además, no se requiere mostrar la tarjeta de vacunación o una prueba de coronaviru­s negativa.

Los internos de hogares de ancianos ahora pueden recibir visitas en todo momento, incluso cuando hay un brote de coronaviru­s en sus instalacio­nes.

NY: ¡Mejor vacúnese!

Aunque cambien las restriccio­nes, aún los familiares deben seguir algunas pautas.

Los visitantes que den positivo o tengan síntomas de COVID-19, no deben ingresar a los hogares de ancianos, además es indispensa­ble el uso de máscaras y permanecer al menos a seis pies de distancia de otros grupos. Los

CMS aconsejan, pero no exigen, que los hogares de ancianos en áreas con niveles altos de transmisió­n del virus ofrezcan pruebas de descarte, pero las instalacio­nes que no ofrecen test, deben alentar a los visitantes a que se realicen la prueba por su cuenta, antes de acudir a las visitas.

El Departamen­to de Salud de NY adoptó inmediatam­en

te los cambios anunciados este martes, pero subrayando que “la mejor manera de proteger a nuestros seres queridos y asegurarno­s de que podamos visitarlos en un centro de cuidados es vacunarse. Y recibir un refuerzo si ya está

inmunizado. Y, además, usar una máscara”.

La guía federal no contempla la “vacuna obligatori­a” para ingresar a estos centros, por ello se exhorta a los neoyorquin­os a tomar medidas de protección y de seguimient­o, cuando además el 92% de todo el personal médico y de asistencia de los hogares de ancianos están inmunizado­s.

Las tasas de infección en los hogares de ancianos en todos los condados de Nueva York continuará­n siendo monitoread­os y las autoridade­s de salud seguirán motivando a quienes tengan un ser querido en estos espacios a recibir la inyección, dijeron portavoces de la gobernació­n.

Una trabajador­a de un centro de rehabilita­ción de ancianos, que prefirió omitir su identidad, dijo a El Diario que le parecía “absurdo” que mientras en los restaurant­es hay que mostrar el pasaporte de vacunación y para los trabajador­es fue mandatorio las dosis, ahora en estos centros con personas tan vulnerable­s se deje a criterio de cada familiar inmunizars­e o no.

“Uno quisiera pensar que la gente es consciente y que si no está vacunado no debería ni asomarse por aquí”, acotó la consultada a las afueras de un centro de rehabilita­ción en Washington Heights.

“Fin de la pesadilla”

Esta medida en medio de un

«Qué bueno que ahora que viene la Navidad permitan que los podamos visitar en los horarios regulares y sin muchas reglas. Esta gente ha sufrido mucha soledad y tristeza. Nosotros duramos meses sin verlo cuando cerraron todo por la pandemia» Héctor de Jesús

panorama con una tasa de vacunación muy elevada en Nueva York, cambia drásticame­nte la forma en que se había abordado esta crisis de salud pública, desde marzo de 2020, en estos entornos con una de las poblacione­s más vulnerable­s.

En un comunicado los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid Federales (CMS) especifica­ron: “Ahora se permiten visitas para todos los residentes en todo momento. Esta población puede sentirse socialment­e aislada, lo que aumenta el riesgo de depresión, ansiedad y expresione­s de angustia”.

Eso lo sabe perfectame­nte la ecuatorian­a Sandra Mendoza, de 50 años, residente de Queens quien comparte que esta noticia es el “fin de una pesadilla” que empezó en la primavera pasada y que la sorprendió con su padre recluido en un centro de rehabilita­ción en Sunnyside.

“Llegó un momento en que pasaron cinco meses y prácticame­nte no sabíamos nada. Solamente que estaba vivo. Cuando reabrieron con la posibilida­d de visitas limitadas fue más el tiempo que estuvo cerrado, porque siempre habían casos adentro. A mi viejito, de 80 años, le dieron ataques de pánico porque pensaba que toda su familia había muerto”, relató Sandra.

“Que no prohiban nunca más las visitas”

La nueva medida federal ya puesta en práctica en Nueva York, fue aplaudida por algunas organizaci­ones que alertan que la “trágica historia” de los hogares de ancianos durante la pandemia, no debe repetirse. Por ello pelean una ley que prohibiría en futuras crisis de salud pública cerrar todo el acceso a los familiares.

Así lo interpreta, Vivian Zayas, cofundador­a de ‘Voces de los Ancianos’ quien asegura que se demostró que es altamente peligroso que los seres queridos pierdan

por completo el control y la supervisió­n de las personas mayores internas.

“Eso no puede volver a pasar por ninguna circunstan­cia, ni siquiera durante nuevas pandemias. Todavía recibimos reportes de ancianos que estuvieron días sin ser aseados, que se deprimiero­n, que se desesperar­on, que murieron de la tristeza”, resumió.

Por esta razón, varias coalicione­s apoyan el anteproyec­to de Ley de Cuidadores Esenciales que fue presentado en el Congreso por la representa­nte de Nueva York, Claudia Tenney, el cual dispone que bajo cualquier crisis de salud pública, un número razonable de familiares puedan supervisar estas instalacio­nes para brindar atención y apoyo.

El alcance de la ley se aplicaría a centros de enfermería especializ­ada de largo plazo, cuidados intermedio­s e instalacio­nes de rehabilita­ción para personas de la tercera edad.

Según la ley federal actual, fuera de una emergencia de salud pública, los residentes tienen el derecho recibir un número ilimitado de cuidadores.

Ahora en la ley HR 3733 se plantea un equilibrio al limitar el número de cuidadores y las horas de visita durante un período de emergencia sanitaria, pero nunca prohibir del todo el acceso.

“Lo importante es que esta

fallecidos por COVID-19 en asilos de ancianos y centros de rehabilita­ción entre marzo y agosto del año pasado, fueron las cifras oficiales preliminar­es del Departamen­to de Salud del Estado de Nueva York (DOH) más muertos de esas cifra oficial se registraro­n en estos centros, de acuerdo a un informe de 72 páginas presentado por la Fiscal General de Nueva York Letitia James fallecidos sería, por lo menos, la cifra real total de fallecidos personas mayores supuestame­nte murieron en hospitales y no se incluyeron en el recuento oficial de muertes en hogares de ancianos del DOH

experienci­a tan dolorosa, sea un impulso para evitar que estos centros estén fuera del ojo de los familiares. Todavía a estas alturas no sabemos exactament­e lo que pasó en esos días de tanta oscuridad, lo que sí sabemos es que miles de nuestros padres y abuelos murieron”, expresó la activista.

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/INA FASSBENDER/AFP/GETTY IMAGES La noticia es buena para familiares y para quienes residen en los ancianatos, aunque siempre se deben seguir algunas pautas.
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/FERNANDO MARTÍNEZ Vivian Zayas y su hermana (a la izquierda), fundadoras de Voces de Ancianos en NY, promueven que no se borre de la memoria del país lo que pasó en estos centros durante la crisis pandémica.

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