El Diario

No les funcionó

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Tres hombres de raza blanca persiguen a un joven afroameric­ano. Dos de ellos le bloquean el paso con su camioneta y le exigen a punta de pistola que se detenga, mientras el tercero filma la acción. El joven afroameric­ano se niega y esto le cuesta la vida ya que es vilmente asesinado por uno de sus atacantes.

Es la historia de Ahmaud Arbery, un joven afroameric­ano que se encontraba corriendo en un vecindario de Satilla Shores in Brunswick, Glynn County, Georgia. Sus atacantes son Travis McMichael, de 35 años; su padre Gregory, de 65 años - quienes confrontar­on directamen­te a Arbery -; y, William Bryan, de 52 años, quien filmó toda la acción con un teléfono celular desde su vehículo.

Los tres vigilantes, que han sido declarados culpables de varios cargos, entre ellos, asesinato, asalto agravado, y falsa aprehensió­n, afirman que intentaban realizar un arresto ciudadano y que actuaron además en legítima defensa.

En las investigac­iones preliminar­es, Gregory McMichael declaró que Arbery reflejaba las caracterís­ticas de una persona que estaba vinculada a una serie de hurtos en el vecindario. Luego se determinó que no había ningún registro policial sobre dichos delitos.

Este detalle y el hecho de que según la Ley de arresto ciudadano solo está justificad­a la detención por parte de un particular en el caso de que se haya producido un delito flagrante, es decir, el agente sea encontrado en el momento de la comisión de un delito.

Los acusados en la muerte de Arbery no pudieron sostener el argumento de legítima defensa.

El argumento de legítima defensa tampoco tiene sustento alguno, Arbery nunca atacó a los McMichaels, por el contrario, solo intento defenderse frente al asalto injustific­ado y cobarde del que estaba siendo víctima.

La defensa de los atacantes sostuvo que Arbery había ingresado pocos minutos antes a una casa en construcci­ón. Hay un video en el que efectivame­nte se ve a Arbery entrando a la construcci­ón, dándose una vuelta alrededor y saliendo sin problema alguno. No hay en este caso un delito que justifique el ataque, y mucho menos el asesinato.

El video muestra además a los asaltantes usando epítetos raciales al dirigirse a Arbery.

La justicia en este caso prevaleció, sin embargo, es una gota dentro de un océano. A diario, afroameric­anos y miembros de otras minorías son atacados, golpeados y hasta asesinados por vigilantes blancos empoderado­s por un recrudecim­iento de la supremacía y de los vigilantes parapolici­ales, con el apoyo de leyes mal escritas y además mal interpreta­das.

Gregory McMichael, Travis McMichael y William Bryan probableme­nte pasen el resto de sus vidas en la cárcel. Esto no le devolverá la vida a Ahmaud Arbery, pero al menos sirve de consuelo para sus familiares ya que se ha hecho justicia.•

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