Okinawa pide a EEUU reducir su presencia militar
La ciudad alberga el 70.3% de las bases americanas en todo Japón
Okinawa reclamó ayer que se reduzca la presencia militar de Estados Unidos en su territorio, que alberga a más de la mitad de sus bases en el país, con motivo del 50 aniversario de su devolución a Japón tras la Segunda Guerra Mundial.
“Incluso 50 años después, la gente de Okinawa sigue viéndose obligada a soportar una carga excesiva en el hospedaje de las bases estadounidenses”, dijo el gobernador de Okinawa, Denny Tamaki, en su discurso en un acto conmemorativo, en el que reclamó al Gobierno central más esfuerzos y concienciación a la población nacional.
Okinawa, que representa en torno al 0.6% del territorio nipón, alberga el 70.3% del grueso de las instalaciones militares que Estados Unidos tiene en todo Japón, una presencia desproporcionada por la que los residentes locales llevan décadas protestando.
Terreno expropiado
El conjunto de islas, un enclave altamente estratégico que se encuentra más cerca geográficamente de Taiwán que de Tokio, fue devuelto a Japón el 15 de mayo de 1972, dos décadas después de que Estados Unidos retornara la soberanía política y económica al Gobierno de Tokio tras el final de la Segunda Guerra Mundial.
En aquel entonces, la población local, testigo de una de las batallas más sangrientas del conflicto bélico, la Batalla de Okinawa (en la que murieron 200,000 personas, la mayoría civiles), aspiraba a que el territorio estuviera algún día libre de bases.
Lejos de reducirse, su presencia ha aumentado en este medio siglo. En el momento de su devolución, Okinawa acogía el 58.8% de las instalaciones militares estadounidenses en Japón.
“El objetivo todavía no se ha logrado”, dijo hoy Tamaki desde el centro municipal donde se celebró la ceremonia, en la localidad okinawense de Ginowan, en unas ins
talaciones cercanas a la base aérea estadounidense de Futenma, origen frecuente de manifestaciones de la población en contra de la presencia militar en la prefectura.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, que se desplazó este fin de semana a Okinawa en su primera visita a la prefectura del sudoeste desde que asumió el cargo en octubre, se comprometió en su intervención durante el acto a lograr “un progreso visible constante” en la reducción de la presencia militar en la región.
Aunque las islas han gozado de crecimiento económico en este medio siglo, la renta per cápita en Okinawa es la más baja del país desde los años 90 y la pobreza infantil es uno de sus retos pendientes.
Muchos residentes culpan de este retraso económico en parte a que Okinawa permaneció bajo el dominio colonial estadounidense durante más años.